La novela entre Yelena Ramírez y el reguetonero cubano Chocolate MC acaba de terminar, y lo hizo con más drama que una telenovela de las nueve. Lo que hace apenas unos días parecía un gesto de amor incondicional, se transformó en un rompimiento explosivo, salpicado de acusaciones de violencia y traición.
La joven cubana, que salió en televisión a poner el pecho por su pareja y pedir su excarcelación, ahora lo manda directo “pa’l carajo”. A través de sus historias en Instagram soltó la bomba: terminó su relación con Chocolate, y lo hizo mostrando imágenes de su rostro y brazos marcados por lo que aparentan ser moretones producto de maltrato físico.
Sin pelos en la lengua, Yelena declaró: “Y ya no voy a caer bajitico, como tú. Eso dice más de mí que de ti. Terminé contigo, yo voy a seguir mi vida tranquilita y enfocada”. Y remató con una frase que dejó claro que no hay vuelta atrás: “Siga usted en su locura, que usted lo que está es quemado… ahora sí te embarcaste conmigo. Bye”.
Este cambio radical dejó en shock a quienes la habían visto días antes llorando en pantalla, pidiendo solidaridad por Yosvani Sierra —nombre real del reguetonero—. En ese momento lo defendía como un hombre “con un corazón grande que necesitaba ayuda”. Incluso, advirtió que si le pasaba algo, todos se lamentarían como ocurrió con El Taiger. Pero esa ternura se evaporó, y lo que ahora queda es una herida abierta y una denuncia implícita de maltrato.
Entre sus publicaciones, Yelena también dejó entrever las duras condiciones que vivió a su lado. Según contó, estuvieron tan mal que terminaron durmiendo en la calle, sin un centavo para comer. “Ese hombre andaba sin un dólar, y yo ahí con él. Y mira cómo pagas… qué tipo más cochino”, soltó, sin filtro ni maquillaje.
Mientras ella pone punto final a esa historia, Chocolate MC sigue tras las rejas. Es su tercera detención solo en lo que va de 2025, y los cargos que enfrenta no son poca cosa. Según el reporte del Sheriff de Miami-Dade, el incidente más reciente ocurrió en el parqueo de un supermercado en Opalocka. Allí, habría apuntado con una pistola de juguete a un fan que solo quería una foto, lo obligó a entregarle el carro, lo retuvo por horas y le pidió dinero por Zelle. Una escena digna de película… de bajo presupuesto.
Con este nuevo capítulo, la carrera de Chocolate MC se hunde más en el pantano. Lo que antes era una relación exhibida con orgullo, ahora se convierte en una pesadilla pública, con episodios de violencia, denuncias de abuso y un historial legal cada vez más turbio.
Yelena ha dicho “hasta aquí”, y lo ha hecho con valentía. Lo que comenzó como una defensa apasionada se convirtió en una denuncia poderosa. En medio del escándalo, ella decidió romper el silencio, y al hacerlo, visibiliza una realidad que muchas callan: el maltrato no se justifica, ni siquiera cuando se disfraza de amor.