Una vida joven apagada en segundos. Así describen familiares y amigos la muerte del pinareño Leodan Miranda, un muchacho lleno de sueños que perdió la vida este jueves tras un accidente entre su moto y un camión en San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río.
El suceso ocurrió en la zona conocida como 7 Matas, justo en el kilómetro 4 de la carretera de San Juan. A pesar de que los detalles aún no están del todo claros, la tristeza sí se ha esparcido como pólvora en redes sociales, donde amigos y seres queridos han inundado el muro con mensajes de dolor y despedida.
Su prima, Anger Madera, escribió una frase que ha tocado muchos corazones: “La vida te jugó una mala pasada. Nos enamoramos de la vida para al final casarnos con la muerte”. Un amigo cercano, Eduardo Martínez, también lamentó la pérdida con palabras sencillas pero cargadas de sentimiento: “De madre, mi bro… que Dios te cuide en el Cielo”.
Las causas del accidente todavía están bajo investigación. Algunos vecinos aseguran que vieron todo, pero nadie ha dado una versión concreta de lo ocurrido. Lo más curioso, y también alarmante, es que —según un testigo— la moto ni siquiera sufrió daños visibles, un detalle que solo aumenta el misterio y el desconcierto.
Leodan vivía en San Juan y Martínez y, por lo que se ha visto en redes, era muy querido en su comunidad. La avalancha de mensajes de cariño, respeto y despedida dan fe de lo mucho que marcó a quienes lo conocieron. Una comunidad entera está de luto, atrapada entre la impotencia y la rabia.
Y es que este no es un caso aislado. El fin de semana anterior la carretera volvió a teñirse de sangre en otras partes del país. En Bauta, Artemisa, otro choque entre una moto y un carro terminó con una persona muerta y dos heridos. En Granma, un camión se volcó en Guisa intentando esquivar a un ciclista, dejando dos fallecidos. Y en Bayamo, un ómnibus se llevó por delante a un motorista que ignoró una señal de Pare.
Las cifras oficiales confirman lo que ya todos en la calle saben: los accidentes de tránsito en Cuba son una plaga. De enero a abril se han reportado más de 2,300 siniestros, con una ligera baja en la cantidad de choques y heridos, pero con un aumento en las muertes. O sea, menos accidentes… pero más fatales.
Y mientras tanto, el régimen sigue mirando hacia otro lado, como si las calles no estuvieran convertidas en trampas mortales por culpa de la falta de señalización, el mal estado del asfalto, la escasez de piezas para vehículos, y una educación vial prácticamente inexistente.
Lo de Leodan no es una estadística más. Es la vida de un joven cubano que no verá el futuro, arrebatado en una carretera que refleja el abandono y la desidia de un país donde lo urgente siempre queda para después.