En medio de un mar de birretes, estolas y sonrisas, una joven cubana se robó todas las miradas en su ceremonia de graduación en Estados Unidos. Y no fue solo por su elegante vestido rojo, sino por un gesto que hizo a muchos sacar pañuelos virtuales en TikTok: ¡lució con orgullo una estola hecha con la bandera de Cuba!
Sí, así mismo. Mientras todos los graduados desfilaban por el escenario con atuendos más bien genéricos, ella caminó firme, segura y con la bandera cubana colgada sobre sus hombros. La estrella blanca y las franjas azul y roja resaltaban entre los colores neutros de los demás, y la energía que transmitía era contagiosa. ¡La única cubana en toda la escuela, y vaya que lo dejó claro con clase!
El video del momento fue compartido en TikTok por su madre, quien no pudo evitar soltar toda su emoción en la descripción: “Felicidades, la única cubana en toda la escuela, más que orgullosa, reina de mi corazón”. La publicación no tardó en explotar con mensajes de felicitación y apoyo. Porque cuando se trata de representar a Cuba con el corazón en la mano, la gente lo siente.
La ceremonia fue todo lo que se espera de una graduación americana: ambiente festivo, globos enormes con el “2025” de fondo, abrazos, selfies, lágrimas… pero esta joven se llevó todos los aplausos. Su caminata al escenario no fue solo un momento académico, fue un acto de identidad, de nostalgia y de orgullo por sus raíces.
Los comentarios no se hicieron esperar. “¡Qué orgullo ver a una cubana representando con tanto cariño su bandera!”, “Eres una reina, felicidades”, “Qué bello homenaje a tu tierra”, escribieron usuarios de todas partes, muchos de ellos cubanos que saben lo que es llevar la isla en el alma aunque estén a miles de kilómetros.
Y es que ese pequeño gran gesto –colocarse una estola con la bandera– vale más que mil palabras. En un país donde a veces las raíces se diluyen en la rutina, ella decidió plantarse firme y decir: “Sí, soy cubana y estoy aquí para brillar”.
En tiempos donde tantos jóvenes buscan alejarse de sus orígenes para encajar, esta graduada nos recuerda que no hay nada más poderoso que abrazar lo que somos. ¡Felicidades, campeona!