Lo que parecía una visita tranquila entre madre e hijo terminó con patrullas, helicópteros, una Alerta Amber y una cubana esposada en una celda del condado. Sí, así mismo. Este jueves, una mujer cubana de 34 años provocó una intensa movilización policial en Miami al intentar llevarse ilegalmente a su hijo de seis años durante una visita supervisada.
La historia tiene todos los ingredientes de un capítulo de serie dramática: emoción, persecución, cámaras de seguridad, y hasta una llamada telefónica que delató su paradero.
El secuestro que activó las alarmas en todo Florida
La protagonista del escándalo es Ismari Figueroa León, madre del pequeño Ryan Artiles Figueroa, quien sin tener la custodia legal del niño, decidió escapar con él durante una visita monitoreada en el Centro de Recursos Familiares del Sur de la Florida, justo en el corazón de La Pequeña Habana.
La cosa se puso fea cuando, según el reporte de la policía, la mujer agarró al niño, salió corriendo por la Primera Avenida del suroeste y dejó atrás a la supervisora que intentaba seguirla. No la atraparon, pero la especialista llamó al 911 en caliente. En cuestión de horas, ya se había emitido una Alerta Amber a nivel estatal.
Las cámaras no perdonan
La policía consiguió un video de vigilancia donde se ve a Ismari cargando a Ryan y huyendo exactamente en la dirección que dijo la supervisora. En cuestión de minutos, el nombre del niño ya estaba en todos los noticieros, junto a una descripción del carro en el que supuestamente se lo había llevado: un Chevrolet Equinox negro, modelo 2012.
La llamada que la delató
Ya entrada la madrugada, cerca de la 1:00 a.m., Figueroa León hizo una llamada que terminó de sellar su destino: marcó a la oficina del Sheriff y preguntó (como quien no debe nada):
“¿Por qué estoy en una Alerta Amber?”
¡Grave error! Esa llamada permitió rastrear su ubicación hasta el noreste de Miami. Minutos después, los agentes llegaron, la arrestaron y recuperaron al niño sano y salvo.
¿Y ahora qué?
A la madre le cayeron cargos de interferencia con la custodia parental, algo bastante serio en Florida. No solo eso: durante el proceso se supo que no tenía ningún tipo de custodia legal y que desde marzo solo podía ver a su hijo con supervisión. De hecho, los vecinos del último lugar donde vivió aseguran que no vivía con ningún niño y que la habían desalojado por falta de pago en abril.
Ahora, Figueroa León está detenida en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, con una fianza fijada en 2,500 dólares. Durante su interrogatorio, grabado y con traducción al español, decidió guardar silencio. Mientras tanto, el menor fue entregado al Departamento de Niños y Familias (DCF), que ahora tiene que decidir cuál será el próximo paso en su tutela.
Y aunque no se han revelado más detalles, lo cierto es que esta historia ha dejado a muchos con el corazón en la garganta… y a otros preguntándose cómo algo así pudo ocurrir durante una visita tan controlada.