La noche del viernes en el Kaseya Center de Miami fue mucho más que un concierto: fue un desahogo colectivo, un canto de esperanza y una bofetada directa al castrismo. Miles de cubanos, entre aplausos, lágrimas y banderas ondeando, vivieron un momento cargado de emoción cuando Melendi y la talentosa Aymée Nuviola unieron sus voces para cantarle a una Cuba que sueña, resiste y no se rinde.
Antes de comenzar la interpretación de “Pan para Yolanda”, Aymée, visiblemente conmovida, tomó el micrófono y soltó una verdad como un cañonazo: “Esta canción, como bien dice Melendi, no es política, es amor. Amor al pueblo cubano, a esa gente que no tiene voz. ¡Viva Cuba Libre y libertad para los presos políticos!”. La respuesta del público fue inmediata: una ovación atronadora y un coro gigante gritando libertad, como si cada palabra pudiera atravesar el estrecho de la Florida y despertar conciencias al otro lado.
Melendi, lejos de hacerse el sueco, se sumó al gesto sin pensarlo dos veces. Improvisó unos versos sobre la realidad de Cuba y selló su solidaridad al ritmo de “¡Viva Cuba Libre!”, demostrando que la música puede ser mucho más que entretenimiento: puede ser resistencia, puede ser revolución, puede ser apoyo real a una causa justa.
En sus redes, Aymée compartió parte de esa energía que se vivió en la arena. “Anoche el Kaseya Center vibró con fuerza, con verdad. No fue solo un concierto, fue un acto de amor a nuestra tierra. Gracias, Melendi, por sumarte de corazón. Y hoy… ¡lo hacemos otra vez!”, escribió junto a imágenes que mostraban un público entregado, banderas cubanas por todos lados y un mar de emociones difícil de describir.
Lo que sucedió sobre ese escenario no fue un show cualquiera. Fue un grito sincronizado de miles de voces que siguen exigiendo el fin de una dictadura criminal que lleva más de seis décadas asfixiando a un pueblo noble. Que un artista español, querido y respetado, se monte en esa ola con valentía es algo que los cubanos, dentro y fuera de la isla, no olvidarán.
Porque cada canción, cada palabra y cada gesto cuenta en esta lucha desigual. Y en esa noche mágica, Melendi y Aymée le cantaron de frente al régimen cubano, sin miedo y con el alma puesta en la libertad.