Si hay algo que caracteriza a los cubanos es que donde hay necesidad, hay inventiva. Y eso lo demuestra Rosy, una cubana radicada en Estados Unidos que acaba de romperla en redes sociales al compartir su fórmula para llevar comida a su familia en la isla sin complicaciones, sin decomisos y sin que se le eche a perder nada en el camino.
Rosy, conocida en TikTok como @tu_viaje_con_rosy, publicó un video donde muestra con lujo de detalles cómo prepara su mochila antes de volar a Cuba. Pero no es cualquier mochila: es su «artículo personal» lleno de amor, croquetas, carne sellada y hasta bacon. Todo un kit de supervivencia para los suyos, en medio de la escasez que ya es parte del paisaje cotidiano en la isla.
“¿Sabías que los cubanos llevan carne cuando viajan a Cuba?”, pregunta Rosy al inicio del video, que ya acumula miles de vistas. Y sí, parece una locura para quien no lo vive, pero para quienes conocen la realidad cubana, es lo más normal del mundo. “Como en Cuba hay tanto desabastecimiento, uno se ve obligado a cargar con lo imprescindible”, añade mientras organiza la mochila con una precisión quirúrgica.
La clave de su truco está en sellar los alimentos al vacío. Bacon, carne, falda, barrigada… todo bien empacado para que nadie en aduana tenga pretextos. “Si tienen el sello, mucho mejor. Así no te la pueden decomisar cuando llegues”, advierte con esa sabiduría de quien ya se ha montado en más de un vuelo con la mochila repleta.
¿Y las croquetas? También viajan. Aunque en Cuba se consigan caseras, ella prefiere llevarlas desde allá: “Así me ahorro estar de mipyme en mipyme”, comenta con gracia, aludiendo al alto precio de los alimentos importados que venden en tiendas privadas.
Rosy recomienda usar mochilas térmicas de Walmart, que según cuenta, han pasado todos los chequeos y le han servido sin problemas en sus viajes anteriores. “Cuando la carne esté suavecita, acomódala bien. Aunque creas que no, siempre cabe algo más”, aconseja como quien arma un tetris de sabor y nostalgia.
Una vez lista, la mochila va con todo y alimentos al refrigerador, y de ahí directo al aeropuerto. Simple, práctico y efectivo.
El video no solo ha generado empatía, también ha despertado el interés de otros cubanos que quieren saber qué mochila es esa, dónde compra la comida o cómo evitar problemas con los controles. Y es que en tiempos de crisis, hasta una croqueta puede convertirse en un gesto de amor.