Ser mamá no es tarea fácil. Que si los pañales, que si las desveladas, que si el cuerpazo de antes que ahora está de vacaciones. Pero si hay alguien que sabe tomarse todo eso con gracia y sin filtros, esa es Amanda Camaraza, la influencer cubana que no tiene pelos en la lengua ni miedo al espejo.
En su más reciente aparición en Instagram, Amanda dejó claro que no piensa maquillarle la realidad a nadie. Se mostró tal cual: con ropa deportiva, moño revuelto y una mezcla de susto y risa al verse en el espejo. “Yo tengo miedo, si yo me quedo con este cuerpo… me voy a morir”, soltó con drama y lágrimas fingidas, mientras muchas se sintieron identificadas y otras simplemente se rieron a carcajadas.
Y es que el postparto es una montaña rusa, y Amanda lo retrata sin filtros ni poses falsas. En el video, se le ve examinando su nueva silueta y soltando frases memorables con esa mezcla de humor y desparpajo que la ha hecho tan querida en redes.
“Lo peor es atrás, en las nalgas. Ni siquiera esto que se supone que te pare las nalgas”, dijo señalando una prenda que, según ella, más que levantar, dejó el terreno plano. ¡Y eso que se suponía que ayudaba!
Y por si fuera poco, agregó con cara de drama: “Y esta raya no se quita, me prometieron que se quitaba después del parto”, mostrando sin tapujos la cicatriz de su cesárea, como quien enseña una medalla de guerra. Y sí, lo es.
Pero lo mejor estaba por venir: en la descripción del video, Amanda escribió sin miedo al qué dirán: “Parezco un cajón”, acompañado de emojis llorando de la risa. Porque si no es con humor, ¿entonces cómo?
Detrás del show, lo que realmente transmite Amanda es una dosis enorme de autenticidad y amor propio. A pocos días de haber dado a luz, se muestra vulnerable, divertida, humana… y eso es precisamente lo que más aplauden sus seguidores.
“Estás divina mami”, “Me encanta porque te lo coges a risa”, “Ese cuerpo en un mes es el de antes”, le comentan una y otra vez. Y no faltan los que le aseguran que esa cicatriz se borra, que su genética es poderosa y que el “cajón” pronto será vitrina.
Mientras otras se matan en el gimnasio desde la semana uno, Amanda apuesta por lo real, por reírse del caos y seguir siendo ella. Y eso, sinceramente, la hace más hermosa que nunca.