“No idealicen la vida del lado de acá”. Con esas palabras, un cubano que vive en Estados Unidos puso en pausa el cuento de hadas que muchos en la isla aún se imaginan. El video, publicado por la cuenta de TikTok @marisleydy_en_hialeah, se volvió viral por su sinceridad y por ponerle rostro (y alma) a la vida del migrante.
Todo empezó con un mensaje directo y sin adornos. Este cubano, que como muchos dejó todo atrás buscando un futuro mejor, dijo lo que a veces nadie se atreve: “Sí, aquí hay de todo. Comida, medicina, carros, oportunidades… pero aquí todo se paga”. Y no solo con dinero.
Desde el inicio dejó claro que no se trataba de una queja, sino de una realidad que muchos prefieren callar. Empezar de cero en otro país suena emocionante, pero también significa trabajar como nunca, estar lejos de los tuyos y vivir con el estrés de no fallar.
Y ahí vino la frase que a muchos les dolió por verdadera: “Aquí todo cuesta, y no solo con dinero. Se paga con tiempo, con sacrificio, con el alma. Aquí si no trabajas, no comes. Aquí no hay quien te resuelva nada.” Bien lejos del imaginario cubano de que en el “yuma” la plata cae de los árboles.
Con ejemplos simples pero potentes, explicó que en EE.UU. la vida te pasa la cuenta rápido si te descuidas. “La renta no espera, la luz te la cortan, los intereses te comen y si no cobras más rápido que tus deudas… estás en problemas.” Nada de romanticismo: aquí también se cuenta el quilo, solo que en dólares.
Lo más fuerte llegó cuando habló de lo emocional. Porque sí, puedes tener un refrigerador lleno, un carro afuera y Amazon tocándote la puerta, pero muchas veces no tienes tiempo ni para sentarte a tomarte un café en paz. “Puedes comprar lo que quieras, pero después te pasas el mes ajustado para no quedarte sin gasolina o sin techo.”
Y su mensaje final, como puñalada certera, fue para los que aún en Cuba creen que vivir en el extranjero es igual a vivir como millonario:
“No idealicen esa vida que hay del lado de acá. Aquí se vive, sí, pero también se sobrevive. Y todo tiene su precio.”
Las redes se llenaron de respuestas de otros cubanos que, como él, han sentido el peso del sueño americano en sus espaldas. Porque aunque Estados Unidos ofrece oportunidades, el costo emocional, físico y hasta espiritual es alto. Y eso, muchas veces, no se ve desde la isla.