Hay momentos que te remueven el alma, y uno de ellos fue protagonizado por el cantante cubano Mawell, quien dejó a más de uno con el corazón apretado tras compartir un video donde le regala dinero a un niño que vendía dulces en plena calle, bajo el sol. El clip no tardó en volverse viral y, como era de esperarse, encendió el debate en redes sociales. ¿Fue un acto sincero o simplemente contenido para likes?
Todo ocurrió mientras Mawell iba manejando por una calle cubana cualquiera. De pronto, se topó con un niño que luchaba contra el calor y la dura realidad, vendiendo dulces para ganarse la vida. Sin pensarlo mucho, el reguetonero bajó la ventanilla y decidió hacer lo que muchos solo piensan: ayudar de corazón.
“Estos son los niños que se merecen que les den dinero. Miren este chamaco peleando bajo el sol vendiendo dulces. Voy a ayudarlo con algo, van como mil pesos”, dice Mawell en el video. Luego se dirige al pequeño, lo llama con cariño y le entrega el dinero: “Oye, te regalo esto. Pa ti, asere. Cuéntalo”. La sonrisa tímida del niño lo dijo todo. No hacía falta más palabras.
En la descripción del video, Mawell dejó claro que no fue un gesto aislado. “Siempre que vea a un niño con menos de 13 años vendiendo y luchando de verdad para buscar dinero, le daré y ayudaré. Soy padre ante todo y ser humano igual”. Una frase que tocó fibras sensibles y generó empatía entre muchos de sus seguidores.
Las redes se inundaron de mensajes de apoyo. Algunos lo llamaron “un ejemplo”, otros lo aplaudieron por visibilizar lo que tantos niños enfrentan en Cuba día tras día. “Qué corazón tan noble, ojalá más artistas hicieran esto”, escribió una usuaria.
Pero claro, como en todo lo viral, no faltaron las voces críticas. “Esos gestos no se graban”, soltó un usuario en los comentarios, cuestionando si el video era más por ayudar o por ganar seguidores. Otros fueron más duros, insinuando que la cámara le restaba autenticidad al gesto. Aun así, muchos salieron al quite: “El que critica, que haga lo mismo. Al menos él hizo algo”.
Entre los comentarios más destacados, alguien mencionó que el niño tendría unos 14 años y que vive con su abuela, ya que su madre atraviesa problemas personales graves. Este detalle añadió otra capa de tristeza a la historia y puso sobre la mesa un tema más profundo: la creciente cantidad de menores trabajando en las calles cubanas por pura necesidad.
Sea como sea, lo que no se puede negar es que el niño recibió una ayuda real y oportuna. Tal vez el debate sobre grabar o no el momento siga por días, pero al final, lo que cuenta es la acción, no el formato. Y Mawell, más allá de ser artista, demostró que tiene el corazón donde lo tiene que tener.