La movida más reciente de Etecsa, esa única empresa de telecomunicaciones que responde más al poder que al pueblo, fue lanzarse con un censo en las universidades cubanas. ¿El objetivo? Tener contaditos a los estudiantes que, con suerte, podrán rasguñar un segundo paquete de datos móviles de 6 GB, tras el tarifazo sin anestesia que encendió las aulas y los pasillos universitarios desde el pasado 30 de mayo.
Pero como siempre en Cuba, una cosa es lo que se anuncia y otra lo que se vive en la calle. Y el primer obstáculo no se hizo esperar: en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, solo el 22% del estudiantado tiene la línea de teléfono móvil a su nombre. El resto, como es costumbre, usa el número del primo, la abuela o el vecino.
Ante este lío, la «solución mágica» de Etecsa fue cambiar la titularidad de las líneas, exigiendo un papeleo digital y presencial que no cualquiera puede resolver fácil. El proceso incluye foto del carné del dueño actual de la línea, documento de cesión firmado por ambas partes y carnet estudiantil actualizado. Todo eso, claro, para poder pagar 360 pesos más y acceder al preciado segundo paquetico.
El rector de la UCLV, Luis Antonio Barranco, sacó pecho diciendo que el beneficio será para todos los estudiantes, sin importar si estudian de día, a distancia o en cursos por encuentro. También soltó que la cosa va rápido, que están agilizando el proceso y que en breve todos podrán navegar… aunque sea para revisar un PDF o enviar un correo.
Mientras tanto, las zonas wifi en los campus siguen igual de tristes, y aunque se habló de acceso gratuito a páginas científicas y educativas, el propio rector admitió que los cortes eléctricos tienen al centro de datos de la universidad entre la vida y la muerte. Un sistema potente, sí, pero sin corriente no hay bits que valgan.
La jugada también se extendería a los profesores, según Etecsa, aunque por ahora es puro cuento. Se habla de habilitar Nauta Hogar para ellos, pero siempre «según disponibilidad técnica», esa excusa eterna con la que el régimen se lava las manos.
Recordemos que el paquetazo de Etecsa disparó las tarifas a niveles de infarto: un plan básico de 6 GB cuesta 360 CUP, pero si necesitas 3 GB extra, hay que soltar 3.360 CUP. Eso es más de la mitad del salario promedio mensual en Cuba, y todo por conectarte un rato más.
La presidenta de Etecsa, Tania Velázquez, trató de justificar el sablazo diciendo que la empresa necesita recaudar divisas para “invertir y mantener la infraestructura”. Pero lo que realmente provocó fue una oleada de rechazo en universidades de todo el país. Los estudiantes no se tragaron el cuento, denunciaron desigualdad y organizaron paros, reclamos legales y protestas espontáneas.
Presionada por la resistencia estudiantil, la empresa terminó cediendo con esta propuesta “alternativa”: dos paquetes de 6 GB al mes por 720 CUP, siempre que logres cumplir con el laberinto burocrático y la línea esté a tu nombre.
