¡Hay fiesta en casa de Leo Leyva! El famoso voleibolista cubano y esposo de la influencer Iraisel Pintueles no pudo contener la emoción y lo compartió todo en redes: su hijo Anthuan acaba de recibir la visa para viajar a Estados Unidos, un sueño que muchos en Cuba todavía esperan con ansias.
La noticia fue celebrada con una imagen simple pero poderosa: padre e hijo abrazados, pasaporte en mano, sonrisa en el rostro y una frase que dejó pensando a más de uno. Porque si algo sabe hacer Leo, además de rematar con fuerza, es lanzar reflexiones que dan en el blanco.
“El que es bueno, con dinero es mucho mejor”
En su publicación en Instagram, Leo soltó una de esas frases que se quedan retumbando:
“Yo doy mucho porque soy mucho. Me encanta dar todo lo que tengo y no me arrepiento de eso. Si quieren fallarme, que me fallen, pero aquí no pierde el que da, pierde el que no sabe valorar. El dinero no lo hace a uno. El que es malo, con dinero es peor; el que es bueno, con dinero es mucho mejor. Felicidades, hijo mío. USA”
Con esas palabras, el atleta dejó claro que más allá del visado, lo que realmente celebra es la educación, los valores y la unión familiar. Y eso, en un país donde emigrar se ha vuelto casi una odisea, pesa.
Una imagen que lo dice todo
La foto no necesitaba filtros ni poses exageradas. Solo un padre orgulloso y un hijo que empieza una nueva etapa. Detrás, una calle cubana cualquiera, como para recordarle al mundo de dónde vienen y a dónde van. En los comentarios, no faltaron los seguidores felicitando y deseando lo mejor para Anthuan en esta nueva etapa.
Una familia que inspira
Leo Leyva no es solo conocido por su talento en el voleibol, sino también por su vida en redes al lado de Iraisel Pintueles, viuda del reguetonero El Dany. Juntos han formado una familia que muchos siguen con cariño, no solo por su historia, sino por cómo enfrentan los altibajos de la vida con dignidad.
En un país donde obtener una visa estadounidense sigue siendo un lujo y un alivio, este logro representa más que un trámite aprobado: es una puerta abierta a nuevas oportunidades, un futuro distinto, y sobre todo, una esperanza para quienes siguen esperando.