La influencer cubana Amanda Sanz está que arde y no precisamente por el calor del verano. La joven ha dejado a más de uno con la boca abierta al mostrar en sus redes sociales el radical cambio de imagen tras someterse a una transformación estética que ha dado mucho de qué hablar.
Con un video que no ha parado de sumar reacciones, Amanda compartió su antes y después como parte de su proceso de lipoescultura 360, combinado con transferencia de grasa a caderas y glúteos, y un levantamiento de busto con implantes de gel. Y el resultado, señores, está más que claro: una figura renovada, sensual y en total armonía, según comentan sus fans. Sin exageraciones ni inventos, Amanda apostó por un cambio elegante pero poderoso.
El mensaje es claro: nueva figura, nueva vida
Pero esto no fue solo una transformación física. La publicación ha tenido un eco emocional que va más allá del bisturí, con miles de seguidores interpretando el mensaje como un dardo bien dirigido a su ex, el polémico influencer Ultrack.
Las redes, como siempre, no perdonan ni dejan pasar ni una. “¡Sufre quien tú sabes!”, “Así se cierra un ciclo, no llorando en un live”, “A Ultrack le debe estar dando vueltas la cabeza con este cambio”, son apenas algunas de las joyitas que se leen en los comentarios. La vibra de “empoderada y sin mirar atrás” es tan fuerte, que hasta los memes están de fiesta.
Nueva figura, nuevo amor… y nueva etapa sin cadenas
Por si fuera poco, Amanda decidió soltarlo todo de una vez: también publicó la primera foto junto a su nuevo novio, un joven llamado Celle que, según dicen por ahí, le ha devuelto la paz y la sonrisa que hacía rato no se le veía.
Muchos en redes han coincidido en que esta es una Amanda más feliz, más libre y más en control de su vida. Ya no es solo una influencer compartiendo tips y modas: es una mujer que se reconstruyó, se pulió y ahora brilla con luz propia.
Lo que está claro es que Amanda no solo cambió por fuera, sino también por dentro. Y en un mundo donde muchos se quedan estancados en el drama, ella eligió volar.