En medio de los eternos apagones que agobian a los cubanos, ha surgido una nueva forma de protesta que está dando de qué hablar, y cómo no, si el mismísimo Alex Otaola no se quedó callado. El popular presentador e influencer cubano reaccionó con entusiasmo a la ola de carteles anticomunistas que están apareciendo por toda la isla como si fueran flores silvestres después de la lluvia… pero más incendiarios.
Según Otaola, las redes están que arden con fotos y videos de estos carteles escritos en muros, paredes y hasta en postes, donde los cubanos expresan sin pelos en la lengua su rechazo al régimen castrista. Para él, este fenómeno no es algo aislado, sino una muestra clara del descontento generalizado que se respira en cada rincón de Cuba.
Pero lo más interesante no es solo que aparezcan, sino cuándo lo hacen: durante los apagones. Otaola lo dice clarito, “el régimen podrá intentar taparlos, pero no le van a dar las manos ni los recursos para borrar cada cartel que aparece”. Por eso, alentó a los cubanos a seguir escribiendo sus mensajes en las calles mientras todo está oscuro, sin miedo, aprovechando que los apagones también apagan los ojos de los represores.
“Me parece genial, me parece fantástico”, soltó Otaola con su tono característico. Y sí, dice que los simpatizantes del Partido del Pueblo de Cuba (PDP) están utilizando justamente la oscuridad como aliada para dejar su marca. Según él, ya esto no es algo puntual de una ciudad: pasa en toda Cuba. Desde Pinar del Río hasta Guantánamo, los muros están hablando.
Y si te preguntas por qué tanto empeño del gobierno en limitar el acceso a Internet y subirle el precio a los datos móviles, Otaola tiene una teoría que suena bastante lógica: no quieren que se difundan estas imágenes. “Por eso es que ETECSA les sube los megas a precios imposibles, por eso quieren desconectar al pueblo”, asegura. En resumen, prefieren dejarte sin conexión que dejar que el mundo vea la verdad.
Para cerrar con broche de oro, Otaola dejó una frase que se está volviendo viral: “El apagón es la señal”. Así mismo lo dijo. Según él, no hay que esperar una convocatoria oficial, ni mucho menos una marcha programada. Basta con que se vaya la luz para que el pueblo aproveche y se exprese, aunque sea con una brocha y pintura en mano.
¿Será esta la chispa que necesita Cuba? Lo cierto es que las paredes están hablando más fuerte que nunca. Y en tiempos de silencio forzado, un mensaje pintado puede ser más poderoso que mil discursos.
