En Cuba pasan cosas que ni en las novelas más locas de Netflix. Esta vez, fue en La Habana Vieja, donde se desmanteló una farmacia clandestina que, según los vecinos, tenía más medicinas que una farmacia oficial… ¡y hasta que una internacional!
La bomba estalló este viernes cuando agentes del Ministerio del Interior (Minint) y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cayeron con fuerza en una casa de la calle Cienfuegos, entre Corrales y Apodaca. Lo que encontraron ahí dejó a más de uno con la boca abierta.
Todo empezó por denuncias ciudadanas que alertaban sobre la venta ilegal de medicamentos, muchos de ellos controlados. Pero lo que parecía un negocio pequeño y escondido resultó ser una red bien montada, con almacén incluido.
Durante el registro, los agentes se toparon con montañas de fármacos, tanto nacionales como importados, y un detalle que no se puede pasar por alto: la cantidad superaba la de muchas farmacias estatales. ¿Cómo es posible?
Además de las medicinas, se incautaron más de 200 mil pesos cubanos, dos cajas fuertes, una máquina para contar billetes y unos 20 maletines llenos de medicamentos. Aquello no era una tiendecita informal… ¡era una industria en toda regla!
Los vecinos no estaban sorprendidos del todo. Según ellos, el movimiento en la casa era constante. Gente entrando, saliendo, entregando paquetes… todo parecía una tienda por departamentos, pero versión farmacéutica.
Y claro, en medio de la crisis que vive el sistema de salud cubano, este tipo de redes se convierten en negocio redondo. El problema es que lo hacen a costa del sufrimiento del pueblo.
“Aquí todo el mundo sabía que vendían medicamentos, pero nadie imaginó que tenían tanto guardado”, comentó una vecina en redes sociales.
“Es una vergüenza que mientras en los hospitales faltan pastillas, haya gente lucrando con eso.”
Y no solo era la cantidad: los precios eran de infarto. Un simple blíster de pastillas que en la farmacia oficial costaría 20 pesos, en esta clandestina podía alcanzar varios cientos. Imagínate a un cubano de a pie, con salario mínimo, intentando comprar ahí…
Este operativo no solo muestra el tamaño del mercado negro en Cuba, sino también el vacío total que ha dejado el sistema oficial de salud. Porque si hay alguien que puede montar una farmacia paralela más surtida que una estatal, algo está muy, pero muy mal.