La tragedia que estremeció a Pinar del Río este viernes por la noche finalmente tiene un rostro: el conductor de la rastra que arrolló a varios peatones fue capturado y se encuentra bajo investigación. Su detención llega tras casi 24 horas de intensa búsqueda, ya que, tras el accidente, el chofer abandonó la escena dejando atrás muerte y dolor.
El hecho ocurrió pasadas las 9 de la noche en el kilómetro 2 de la carretera a Luis Lazo, cuando el camión perdió el control y se fue directo contra un grupo de personas que estaban sentadas frente a una vivienda. El saldo fue desgarrador: cuatro fallecidos, entre ellos una niña de apenas 9 años y una joven embarazada de 24. El impacto emocional que dejó este accidente ha sido brutal.
Miliany Pérez Javier, de 9 años, fue una de las víctimas más pequeñas. También perdieron la vida Anairis Sánchez Blanco, embarazada y con solo 24 años, Aliomar A. Sotolongo Alcina, de 21, y Deisy Javier Pérez, de 53 años. El luto se apoderó del barrio, y las redes sociales se llenaron de mensajes de dolor, rabia y pedidos de justicia.
Una niña de 10 años, Marlenis Martínez Blanco, se encuentra reportada de gravedad. Fue trasladada al hospital pediátrico Pepe Portilla, mientras los otros dos lesionados fueron atendidos en el hospital Abel Santamaría Cuadrado, uno de ellos en estado crítico.
La noticia fue confirmada por el vocero oficialista Oscar Ramírez Pinar y replicada por la primera secretaria del Partido Comunista en la provincia. Según detallaron, el conductor fue localizado y detenido este sábado, tras huir del sitio del accidente, lo que generó aún más indignación entre los pobladores. “No solo provocó una tragedia, también huyó como un cobarde”, comentaron vecinos del lugar.
Este suceso vuelve a poner sobre la mesa la alarmante situación del tránsito en Cuba, donde los accidentes no solo son frecuentes, sino muchas veces mortales. Aunque en enero de 2025 se registraron menos accidentes y lesionados que en el mismo período del año anterior, la cifra de fallecidos aumentó, alcanzando 65 víctimas mortales, seis más que en enero de 2024.
En medio del deterioro de las carreteras, la escasez de mantenimiento a vehículos estatales y privados, y la falta de controles reales sobre los conductores, este caso es solo una prueba más del caos vial que se vive en la isla. Y como en tantas otras tragedias cubanas, el pueblo vuelve a ser el que paga la cuenta más alta.
El caso aún está bajo investigación, pero el reclamo es uno solo: justicia para los muertos, atención para los heridos y fin de la impunidad. Porque si algo ha dejado claro esta dolorosa historia, es que la vida en Cuba se ha vuelto un riesgo constante, incluso al simple hecho de sentarse en la acera frente a tu casa.