El actor cubano Alejandro Cuervo rompió el silencio y aclaró lo que muchos estaban esperando saber: no tiene planes de quedarse en Estados Unidos. Desde el aeropuerto de Miami, y justo antes de abordar rumbo a Nueva York, el artista conversó con el periodista Javier Díaz, de Univisión, para dejar claro su panorama.
En medio del fuego cruzado de críticas que ha recibido desde el exilio cubano en Miami —donde lo acusan de simpatizar con el régimen— Cuervo fue directo: “Regreso a Cuba en unos días. No vine a emigrar”.
“Entré como turista, como cualquier otro”
Sobre su llegada a Estados Unidos, explicó que lo hizo con visa de turismo, como muchos otros artistas y viajeros. “Me presenté con todo mi historial, con países donde ya he estado. Nada especial”, comentó. Y añadió que es consciente de lo complicada que está la situación migratoria para los cubanos, pero en su caso, todo fue por la vía regular.
“Soy un artista. Trabajo, nada más”, dijo con tono sereno. “Lo único que he hecho en la vida es trabajar por mi familia. Amo lo que hago y por eso lo cuido”.
Reconoce que Cuba está “terrible”, pero prefiere callar
Cuervo no se tapó los ojos ante la crisis que revienta la isla por dentro. “Cuba está en un momento terrible. Eso no lo puede negar nadie: hay problemas económicos, sociales, políticos…”, reconoció. Sin embargo, también dejó ver que sabe cómo moverse para no buscarse líos con el régimen: “Yo sé lo que tengo, lo que puedo y lo que no debo decir, porque conozco las circunstancias donde vivo”.
A la vez, criticó el tono de algunos exiliados que lo recibieron en Miami con exigencias políticas. “En Cuba nadie me dice lo que tengo que decir, y aquí me están esperando con una consigna: ‘Dila o eres mi enemigo’”, lamentó.
Una visita cargada de controversia
Desde que puso un pie en Estados Unidos, las redes no han parado de hervir. A muchos les molesta que Cuervo nunca haya hecho pública una posición contra el castrismo, mientras que otros lo defienden por enfocarse únicamente en su carrera.
Lo cierto es que su viaje ha sido más político que turístico, aunque él insista en que solo vino a desconectarse un poco.
Entre líneas, Alejandro Cuervo dejó claro que prefiere mantenerse al margen del debate político, cuidando su imagen y su estabilidad en un país donde decir lo que se piensa puede salir muy caro.
Mientras tanto, el exilio sigue dividido entre quienes piden definiciones claras… y quienes aún creen en los matices.