Yiseily Aguilar, una madre cubana de apenas 23 años, lucha por su vida en una sala del hospital Julio Miguel Aristegui Villamil, en Cárdenas, Matanzas, tras ser salvajemente agredida por su expareja en un ataque que ha estremecido a la comunidad y encendido de nuevo las alarmas sobre la violencia machista en la isla.
La joven, madre de tres niños, quedó con el rostro desfigurado: fractura de mandíbula, pérdida de dientes y una inflamación tan grave que impide operarla. “Mi hermana está en estado crítico. No puede hablar, no puede comer”, declaró Yibeily Rodríguez, su hermana, en declaraciones recogidas por La Hora de Cuba.
Una escena de horror a plena luz del día
Todo ocurrió alrededor de la una de la tarde del pasado viernes. Los gritos desesperados alertaron a la madre de Yiseily, quien intentó entrar a la vivienda y se la encontró trancada, mientras adentro el agresor desataba su furia. Cuando la familia intentó intervenir, el atacante huyó a toda velocidad en un coche tirado por un caballo, llevando consigo a Yiseily y a su bebé de apenas un año. Lo acompañaba otro individuo cuya identidad aún no ha sido revelada.
La escena fue digna de una pesadilla. Testigos aseguraron que parecía que iban a deshacerse del cuerpo dejándolo abandonado cerca de la costa. Pero el coraje ciudadano cambió el rumbo de esta historia: dos mujeres alertaron a la policía y varios hombres en motos eléctricas siguieron el rastro del coche hasta lograr rescatarla.
Silencio oficial y justicia que no llega
El presunto agresor fue detenido, pero el régimen, como de costumbre, mantiene hermetismo total sobre su identidad y el proceso judicial, si es que hay alguno en marcha. Mientras tanto, Yiseily sigue hospitalizada en Cárdenas, sin posibilidad de ser trasladada a Matanzas por lo delicado de su estado.
Este crimen brutal trae a la memoria otro hecho desgarrador ocurrido en Camalote, Camagüey, en 2023, cuando Leidy Bacallao, una adolescente de 17 años, fue asesinada por su expareja en ese mismo poblado donde nació Yiseily. Es un déjà vu de dolor que revela el abandono institucional hacia las mujeres cubanas.
Cuba, un país donde ser mujer es jugarse la vida
Este nuevo intento de feminicidio no es un hecho aislado. Tan solo en lo que va de 2025, 16 mujeres han sido asesinadas por violencia machista, según reportes de Alas Tensas y Yo Sí Te Creo en Cuba. La última víctima, Gretel Matos, de 33 años, fue apuñalada en plena calle en Niquero, Granma, por su expareja el pasado 13 de junio.
Pero más allá de las cifras, lo que hay son vidas truncadas, niños huérfanos y familias destrozadas, mientras el régimen sigue sin implementar una Ley Integral Contra la Violencia de Género, sin casas de acogida, sin protocolos reales de protección, y con un sistema que prefiere callar antes que actuar.
La violencia machista en Cuba es una pandemia silenciada, y casos como el de Yiseily Aguilar dejan claro que las cubanas no solo enfrentan la miseria, la escasez y la represión… sino también el peligro constante de ser asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.
