Un nuevo episodio de violencia estremeció a Cuba, esta vez en la localidad de Grito de Yara, municipio Río Cauto, donde una niña de apenas nueve años fue asesinada de forma brutal. Según publicaciones en redes sociales, el presunto responsable fue capturado por agentes del Ministerio del Interior (MININT), aunque los detalles del crimen siguen siendo confusos y dolorosos.
El vocero oficialista Roberto Mesa Matos fue uno de los primeros en anunciar la detención, sin soltar demasiada prenda sobre la identidad del detenido. Lo describió simplemente como “el implicado en un hecho de muerte” contra la menor, mientras que otras fuentes afines al régimen confirmaron que el hombre intentó huir tras cometer el crimen, pero fue ubicado gracias al apoyo de pobladores de la zona que, con machete en mano, se sumaron a la búsqueda.
“Ahora los vecinos pueden dormir tranquilos”, publicaron con orgullo desde una cuenta afín al régimen. Pero la verdad es que la tranquilidad no se consigue tan fácil cuando una niña es degollada en su propia casa, en un entorno donde las autoridades habían sido alertadas de su situación vulnerable y no hicieron nada.
Una niña huérfana, ignorada por el sistema
De acuerdo con el testimonio de una usuaria en Facebook identificada como Kim Barban, la pequeña vivía con sus abuelos en condiciones precarias, luego de haber quedado huérfana. Asegura que se había notificado a las autoridades de Educación sobre su situación para trasladarla a un hogar de niños, pero nadie movió un dedo.
Como si fuera poco, según Barban, otra niña de la misma familia había sido víctima de un hecho similar meses atrás. ¿Dónde estaban las instituciones? ¿Dónde estaba el Estado que dice proteger a los más vulnerables?
“Mi primita fue degollada por ese asesino”
El caso fue denunciado el pasado 22 de junio en el grupo de Facebook “Denunciando los crímenes en Cuba” por Roxi Rivera, quien se identificó como prima de la niña. En su publicación compartió fotos tanto de la víctima como del sospechoso y denunció que el asesino había logrado escapar de la policía en dos ocasiones.
“La niña estaba sola en casa. Los padres estaban en el campo cuando él entró. No sabemos aún por qué lo hizo, pero solo pido justicia. Ese hombre era un conocido de la familia, un vecino llamado Carrasco”, relató Rivera.
También reveló que la madre de la niña había sido asesinada anteriormente, aunque no por el mismo sujeto, y lamentó la cadena de tragedias que ha sacudido a su familia sin que el Estado les haya ofrecido protección alguna.
Un país donde la violencia sigue desatada
Este no es un caso aislado. También este mes fue detenido en Cárdenas Yojanner Silega Víctor, acusado de asesinar a un cochero durante un intento de robo. El agresor habría atacado a la víctima con la intención de robarle el caballo, otro reflejo del caos social, la impunidad y el desgobierno que se vive en la isla.
Los cubanos están hartos. No es solo la crisis económica ni el hambre ni la falta de electricidad. Es vivir con miedo, incluso dentro de tu propia casa. Y lo más trágico es que, una vez más, las instituciones llegan tarde… si es que llegan.
Porque en Cuba, cuando un crimen toca a una familia humilde, la justicia no siempre tiene prisa.