Ir a tu cita migratoria con la esperanza de seguir el camino legal en Estados Unidos y terminar esposado. Así, sin anestesia. Eso fue lo que vivió un médico cubano este 23 de junio en San Antonio, Texas. Su historia, tan dura como real, ha dejado helada a la comunidad cubana en EE.UU., que hoy siente más miedo que nunca ante la ola de detenciones migratorias.
El hombre, identificado como migrante y profesional de la salud, fue arrestado justo después de presentarse en la corte migratoria. Llegó vestido formal, con su camisa blanca, corbata y chaleco, listo para hacer lo que le tocaba: cumplir con la ley. Pero ni siquiera tuvo chance de explicarse.
“Soy cubano, médico… y tengo miedo de volver”
Cuando los periodistas lo abordaron a las afueras del tribunal, apenas pudo decir unas pocas palabras antes de ser escoltado por agentes de ICE: “Soy cubano, médico… no me dijeron por qué desestimaron mi caso. Tengo miedo de regresar a Cuba”. Su voz, quebrada, lo decía todo. Lo peor: no tenía abogado que lo defendiera.
Lo subieron a un autobús con vidrios oscuros rumbo al centro de procesamiento de Crosspoint. No fue el único. En esa redada rápida, también cayeron una madre peruana con sus dos hijas pequeñas y otros migrantes venezolanos. Todos habían acudido a sus citas legales, sin imaginar que ICE los estaba esperando con una operación discreta y fulminante.
Redadas sorpresa: ¿cumplir la ley ahora es un riesgo?
La escena fue rápida y tensa. Agentes encapuchados sacaron a los detenidos del tribunal como si fueran delincuentes. Ni prensa, ni familiares, ni tiempo para despedirse. La madre peruana, en un acto de desesperación, alcanzó a gritar desde la ventanilla del bus: “Avísenle a los míos que nos detuvieron”.
Desde hace semanas, activistas han denunciado que este tipo de redadas están ocurriendo cada vez más seguido en San Antonio. Migrantes que cumplen con su proceso legal terminan detenidos, sin saber por qué ni a dónde los llevan. Y lo más grave: sin representación legal.
Cuba no es una opción para muchos
En el caso del médico cubano, su miedo a ser deportado tiene razones de peso. En la isla, los médicos que abandonan misiones oficialistas o critican al gobierno suelen ser perseguidos. Volver podría costarle la libertad… o algo peor.
Este no es un caso aislado. Solo en junio, varios cubanos fueron arrestados tras acudir a citas migratorias. Entre ellos, el judoca Heriberto Rivero Carrera, que desertó de una delegación deportiva, y Ariel Lara, un joven con parole humanitario y pasado como activista político.
Y si pensabas que la cosa no podía empeorar, el 12 de junio una familia cubana que llevaba tres años pidiendo asilo político fue detenida por ICE justo después de presentarse voluntariamente ante una corte. Literal: cumplir con la ley está siendo castigado.
Para muchos migrantes cubanos, la idea de presentarse ante inmigración con la esperanza de regularizar su estatus se ha vuelto una trampa disfrazada de procedimiento.