En la mañana de este miércoles, lo que parecía una jornada tranquila en las cercanías de Varadero se convirtió en todo un espectáculo natural. Una impresionante tromba marina fue avistada al oeste de la península de Hicacos, en la provincia de Matanzas. El fenómeno, que duró cerca de 10 minutos, fue captado por un aficionado que no dudó en documentar el momento con su cámara.
El evento fue confirmado por el meteorólogo cubano Henry Delgado Manzor, quien compartió los detalles en su cuenta de Facebook. Según explicó, la tromba se observó exactamente a las 9:40 a.m. desde la zona del peaje de la Vía Blanca, justo donde comienza el famoso balneario turístico de Varadero. ¡Y sí, justo cuando muchos apenas estaban rumbo a la playa!
Delgado Manzor detalló que el fenómeno se mantuvo casi estático durante su corta pero impactante aparición. No se desplazó mucho y, afortunadamente, no provocó incidentes. Lo más curioso es que fue registrado por Eddy Hernández Rodríguez, un apasionado del clima que logró tomar fotos y un breve video que ya están dando la vuelta en redes.
Las imágenes compartidas por Henry Delgado nos muestran la típica figura alargada y giratoria de este tipo de fenómenos. Y es que las trombas marinas, o mangas de agua como también se les conoce, son básicamente columnas de aire que giran con fuerza sobre el agua. Su apariencia puede ser igual de impresionante que la de un tornado… pero con un poco más de “bañador y chanclas”.
Aunque pueden parecer peligrosas (y a veces lo son), la mayoría de estas trombas no representan una amenaza seria si se mantienen alejadas de tierra firme o embarcaciones. Pero eso no les quita lo espectacular. No todos los días se ve un fenómeno así, y mucho menos tan cerca de uno de los destinos turísticos más conocidos de Cuba.
Esto no es un caso aislado. Hace poco, dos trombas simultáneas fueron vistas en la costa de Florida, algo rarísimo que dejó atónitos a los testigos. Y en Cuba también se han dado casos recientes, como el de Artemisa, donde otra tromba apareció de la nada durante una jornada de clima inestable.
Aunque estas columnas giratorias no dejaron destrozos, lo cierto es que causaron un buen susto… y una muy buena historia para contar. Los cielos nos siguen recordando que la naturaleza, aunque a veces impredecible, también puede ser bella y fascinante. Así que ya sabes, si estás en la playa y ves que el cielo se pone juguetón, ¡ten la cámara lista!