El 21 de diciembre de 2024 se apagó la señal de 40 migrantes en la costa de Chiapas, México. Entre ellos, al menos ocho cubanos. Desde ese día, silencio total. No hay cuerpos, no hay rastros, no hay búsqueda oficial. Solo un mar de incertidumbre y familias desesperadas que claman por justicia mientras las autoridades mexicanas miran para otro lado.
Este grupo, compuesto por personas de Cuba, Honduras y Ecuador, salió desde el poblado de San José El Hueyate, un punto caliente del tráfico de migrantes. El plan era cruzar en lancha rumbo a Oaxaca, pero a las 8:25 a.m., el GPS dejó de emitir señal a solo metros de la costa. Desde entonces: nada. Absolutamente nada.
“Nos están poniendo chalecos… no sabemos nadar”
Lo más escalofriante es que todo parecía estar planeado como un viaje seguro. Muchos de los desaparecidos salieron desde Managua y pagaron entre 8.000 y 10.000 dólares a coyotes que prometían llegar hasta Ciudad de México. El grupo se reunió en Tapachula y fue llevado a una casa, donde familiares aseguran que vivían vigilados y asustados, según llamadas y videos enviados en secreto.
Antes de abordar las lanchas, varios mandaron mensajes preocupantes: “Nos están poniendo chalecos”, “hay disparos cerca”. Nadie imaginaba que serían sus últimas palabras.
Entre los desaparecidos, cubanos con sueños truncados
Ocho de los 40 eran cubanos. Como Elianis Morejón, estudiante de Radiofísica Médica que soñaba con escribir un libro sobre su travesía. O Meiling Bravo y su hijo adolescente Samei Reyes, quienes salieron de La Habana buscando un futuro mejor. También Jorge Lozada, de Santiago, que solo quería reencontrarse con su esposa en EE.UU. Y Dayranis Tan, madre camagüeyana que aspiraba a trabajar y enviar dinero a sus hijos.
Historias de vida, de sacrificio, de esperanza… todas apagadas en cuestión de segundos.
Extorsión, amenazas y un Estado que no actúa
Las familias, además de cargar con la angustia, han sido víctimas de extorsión. Falsos coyotes han exigido sumas de hasta 10.000 dólares prometiendo información o la liberación de los migrantes, sin pruebas de vida.
Lo más indignante: ni la Fiscalía de Chiapas ni la Fiscalía General de la República de México han iniciado operativos reales. No hay diligencias, no hay respuestas. La organización Fundación para la Justicia presentó una denuncia formal, pero hasta ahora todo sigue igual: silencio institucional y miedo.
México: un cementerio de esperanzas migrantes
Según datos oficiales, más de 129.000 personas están desaparecidas en México, muchas víctimas del crimen organizado. En 2024, al menos 237 migrantes se perdieron en ruta hacia EE.UU., especialmente en zonas controladas por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
La desaparición de estos cubanos no es un caso aislado, pero sí un grito más fuerte que pide ser escuchado. Madres, padres, hermanos, hijos… todos piden lo mismo: que los busquen. Que no los olviden. Que regresen.