El periodista cubano Javier Díaz, conocido por su trabajo al frente de Noticias Univisión 23 en Miami y por su postura firme contra el régimen castrista, acaba de anunciar una pausa obligada en su carrera. Esta vez, no es por una embestida política, sino por una hernia lumbar que lo dejó fuera de combate… aunque solo temporalmente.
Desde su perfil en Facebook, Díaz contó con la misma sinceridad con que suele hablarle a su audiencia que tuvo que correr a Emergencias el martes pasado. El dolor en la parte baja de la espalda era tan brutal que lo dejó “clavado” sin poder moverse por casi un día entero. Los médicos no tardaron en dar con el problema: una hernia le está aplastando un nervio, provocando el tormento físico que lo obligó a frenar en seco.
Para no causar alarma, prefirió esperar a tener un diagnóstico en firme antes de decir algo. No quiso postear fotos desde la camilla, ni generar angustia en quienes lo siguen día a día. Ahora, en pleno reposo en casa, contó que no puede caminar mucho ni estar sentado por largos ratos, al menos hasta que baje la inflamación que le afecta la columna.
A pesar del dolor, no pierde el deseo de volver pronto a la pantalla. De hecho, ya se proyecta retomando sus labores informativas el próximo domingo, cuando espera regresar a los noticieros de las 6 y 11 pm en Univisión 23. Como quien dice: el cuerpo flojea, pero la voz sigue firme.
“Todo el que ha pasado por esto sabe bien lo que duele”, confesó con empatía, solidarizándose con quienes enfrentan el mismo calvario, y agradeció el cariño que ha recibido desde que dio la noticia. “Estoy bien, todavía con algo de dolor, pero quería dejarles este mensaje para que no se preocupen”, aseguró con esa cercanía que lo ha convertido en uno de los rostros más queridos de la comunidad cubana en el exilio.
Pero más allá de este bache de salud, Javier Díaz sigue siendo una piedra en el zapato para la dictadura cubana. Desde que cruzó el charco y encontró la libertad en Miami, no ha dejado de denunciar las atrocidades de un sistema que, como él mismo ha dicho, mantiene a su pueblo encerrado como en una jaula.
“Solo cuando te abren la puerta es que logras volar por primera vez y extender tus alas”, escribió alguna vez, describiendo con una metáfora poderosa lo que significa escapar del control opresivo del castrismo. Y tiene razón: solo quien ha vivido bajo ese yugo puede comprender lo que implica recuperar la libertad.
Díaz ha usado cada rincón de sus redes para recordar al mundo que Cuba sigue secuestrada por un régimen mentiroso y represor. En uno de sus mensajes más potentes, compartió una imagen del Partenón, en Grecia, como símbolo de democracia y libertad. Allí reflexionó sobre lo que significa realmente vivir sin ataduras, algo que muchos cubanos solo entienden cuando logran escapar de la Isla.
“Soy cubano, tengo 36 años, y es la primera vez en mi vida que voto por el presidente de un país en unas elecciones”, escribió en noviembre, dejando claro lo que para él representa la verdadera democracia. Esa frase, corta y contundente, lo resume todo.
Para Díaz, ignorar la tragedia de Cuba es ser cómplice de la dictadura. Y mientras tenga voz, pantalla y redes, seguirá gritando verdades que el régimen intenta silenciar. Aunque esté ahora en reposo, su compromiso con la verdad y con su gente sigue más firme que nunca.
