El actor cubano Alejandro Cuervo volvió a dar de qué hablar tras su aparición en el programa Destino Tolk, donde habló sin tapujos sobre su carrera, sus negocios personales y, cómo no, la dura realidad que se vive en la isla. Su presencia en medios, sobre todo luego de su viaje a Estados Unidos, ha levantado olas entre los cubanos dentro y fuera del país, despertando opiniones tan divididas como la propia sociedad cubana.
Durante la entrevista, Fernan —uno de los presentadores— fue directo: “¿Se puede echar pa’ lante en Cuba?”. Cuervo no lo dudó y respondió con franqueza: “Es muy difícil, pero sí se puede”. Aunque la frase suena optimista, la realidad que pintó después no fue precisamente color de rosa.
“Cuba está pasando por una situación terrible”, confesó el actor, señalando que fuera de La Habana la corriente eléctrica brilla por su ausencia. Contó que su familia vive en el campo y que sufre en carne propia los apagones, la escasez y la desidia. En su opinión, la crisis energética actual supera incluso la del Período Especial de los 90. “Yo recuerdo de niño lo que fue aquel tiempo, y sinceramente creo que ahora es peor”, dijo sin rodeos.
Aun así, defendió la idea de que con trabajo y disciplina se puede avanzar, al menos en su caso. Habló de la importancia de ahorrar, de no despilfarrar en tiempos de bonanza y de pensar a largo plazo: “Los seres humanos creemos que cuando estamos bien, eso va a durar para siempre, y no es así”.
Gracias a sus propios ahorros —según cuenta— pudo ir levantando su casa en La Habana, poco a poco, como quien resuelve con sudor y sin padrinos. “El gobierno no me ha ayudado. A mí me ayuda la gente”, afirmó. Para Cuervo, su popularidad ha sido clave, porque “la gente me quiere, y eso me lo he ganado con trabajo y actitud”.
El actor también habló del papel de las redes sociales y cómo estas han acercado a los artistas al público cubano. Pero también recordó los años en que tuvo que sacrificarse trabajando de noche, en centros nocturnos, para ganar más que lo que ofrecía el medio artístico. “La meta era crecer económicamente, aunque a veces eso implicara dejar de lado cosas básicas”, confesó.
Sobre los rumores que lo vinculan al régimen, Cuervo fue tajante: “Todo lo que tengo es por mi esfuerzo. Nadie me lo ha regalado”.
Sin embargo, sus palabras no han caído bien en todos los rincones. Muchos cubanos, especialmente los que luchan día a día por sobrevivir en medio del caos y la miseria, sienten que sus declaraciones reflejan una experiencia demasiado alejada de la realidad del pueblo común. Mientras él habla de ahorrar e invertir, la mayoría apenas consigue arroz o un poco de aceite.
Y por si fuera poco, la entrevista llega en medio de la controversia generada por su viaje a Estados Unidos, lo cual ha levantado más sospechas que simpatías entre los cubanos del exilio. Porque, al final del día, cuando se viene de un país donde la política lo contamina todo, nadie puede escapar del juicio público.
Una cosa es cierta: en Cuba se puede “echar pa’ lante”… pero solo si no estorbas, si no molestas, y si sabes navegar entre la propaganda y el silencio.