Si eres cubano y sueñas con salir a conocer el mundo (o hacer unas compritas para revender después en la isla), te tengo una noticia que te va a poner los ojos como platos. Aunque la mayoría de los países todavía exigen visa a los cubanos, hay algunos lugares que se han convertido en un salvavidas para los viajeros de la isla. Y uno de esos destinos es nada más y nada menos que ¡Malasia!
Sí, como lo lees. Malasia se ha vuelto una opción súper interesante por varias razones: no necesitas visado para entrar, te dejan quedarte hasta 90 días y, encima, es un país con una economía vibrante, moderno y muy bien conectado al comercio internacional. Suena tentador, ¿verdad?
Para los cubanos que piensan en viajar, ya sea para turistear, comprar cosas o incluso emprender algún negocio, este dato es oro puro. Poder entrar con solo el pasaporte, sin tener que perder tiempo ni dinero en trámites consulares, es una ventaja enorme. Especialmente si estás pensando en comprar mercancía para llevar de vuelta a Cuba y sacarle algún dinerito.
Ahora, hablemos de lo que más nos importa: el bolsillo. Malasia no es el destino más barato del planeta, pero tampoco es imposible. El alojamiento en hoteles de tres estrellas ronda entre 30 y 60 dólares la noche. Si no te importa bajar la calidad, puedes conseguir opciones mucho más económicas. Comer en restaurantes locales cuesta entre 3 y 7 dólares por persona. Aunque, claro, los cubanos son expertos en ahorrar y siempre encuentran mercados donde la comida es aún más barata.
Moverse dentro del país es un lujo: trenes modernos, metro, autobuses y transporte urbano que no superan el dólar. ¡Ideal para ir de compras sin gastar una fortuna en transporte!
Eso sí, el pasaje para llegar hasta Malasia no es precisamente una ganga. No hay vuelos directos desde Cuba, así que toca hacer escala en países como Turquía, Rusia, Panamá o incluso Qatar. En promedio, un billete ida y vuelta puede costar entre 1.500 y 2.300 dólares. Pero ojo, si reservas con tiempo y cazas alguna promoción, puedes bajar bastante ese precio.
¿Y por qué vale tanto la pena Malasia? Porque es un paraíso para los que quieren comprar y revender. Su economía ha crecido muchísimo en las últimas décadas. Kuala Lumpur, la capital, es un espectáculo de centros comerciales gigantescos como el Suria KLCC, el Pavilion Kuala Lumpur o el Mid Valley Megamall. Allí puedes encontrar desde marcas famosísimas hasta mercancía económica, perfecta para el comercio informal.
¿Y qué puedes traer? Ropa, zapatos, cosméticos, bisutería, accesorios tecnológicos, artículos para el hogar, pequeños electrónicos… ¡de todo! Muchos de estos productos se venden a precios súper competitivos, lo que representa una oportunidad ideal para cubanos que quieren abastecerse y vender luego en la isla.
Entrar a Malasia es bastante sencillo: basta con tu pasaporte cubano con al menos seis meses de vigencia. A veces pueden pedirte un pasaje de salida, reserva de hotel o demostrar que tienes dinero suficiente para mantenerte, pero estos requisitos no siempre los exigen al pie de la letra.
Así que ya lo sabes: aunque Malasia no sea el destino más cercano ni el más famoso entre los cubanos, su política de entrada sin visa y su potencial comercial lo convierten en una joya por descubrir. Además, se habla inglés en casi todas las zonas turísticas, la seguridad es buena y el ambiente multicultural hace que uno se sienta bastante cómodo. ¡Una opción que vale la pena tener en la mira si estás planeando tu próxima aventura (o negocio)!