Imagínate que estás de vacaciones en Cuba, disfrutando del sol, la playa y hasta un día de pesca con tus panas. Todo tranquilo… hasta que aparece un policía y, en cuestión de segundos, tu paseo se convierte en una escena digna de película de terror. Eso fue exactamente lo que le pasó a un cubano residente en el extranjero, que acabó arrestado solo por grabar a un agente. ¡Tal cual lo lees!
El video del incidente está corriendo como pólvora por todas las redes sociales. En él se ve el momento en que un policía cubano le suelta al hombre, con tono de pocos amigos: “No se me haga el gracioso, usted va a borrar eso y va preso para la unidad”. Y acto seguido, lo montan por la fuerza en la patrulla. ¡Qué nivel, caballero!
La noticia fue compartida con el título “¡Lindas vacaciones, cubano viaja a Cuba y termina preso!”, por el portal Cubaneando por el Mundo, dejando claro que lo que debía ser un viaje para relajarse se convirtió en una verdadera pesadilla.
Resulta que este cubano, de visita en la isla, decidió salir con su familia y amigos a pescar a la carretera de Los Cayos. Pero la calma se fue al piso cuando llegó una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), presuntamente para intentar multarlos sin motivo claro, según reporta el medio La Tijera.
Y ahí fue cuando el hombre sacó su teléfono para grabar lo que pasaba. Pero, en lugar de una simple advertencia, terminó esposado y camino a la estación. “Así actúa la ‘autoridad’ en un país donde ni los visitantes escapamos del abuso policial. ¿Pescar? Solo si el régimen lo aprueba”, denunciaba La Tijera.
Pero el drama no termina ahí. El video ha desatado un aluvión de comentarios en redes. Desde indignación total hasta debates sobre si en Cuba es legal o no grabar a la policía. Muchos usuarios tacharon lo ocurrido de abuso de poder, dejando frases contundentes como: “Eso es una violación a los derechos del ciudadano” o “El que debe ir preso es el oficial”.
Otros, en cambio, defendieron el derecho del ciudadano a grabar a funcionarios públicos en su trabajo. Argumentan que, desde el momento en que alguien se pone un uniforme, es un servidor público y, por tanto, debe aceptar ser fiscalizado. “Grabar no es delito, es prueba”, comentaba un usuario, mientras otro aclaraba: “La ley de datos personales no aplica a funcionarios públicos en actos de servicio”.
Eso sí, también hubo quienes criticaron al turista. Algunos decían que grabar sin permiso es irrespetuoso, sea policía o no. Otros, más escépticos, aseguraron que el visitante se buscó el problema por meterse donde no debía.
Y, por supuesto, aparecieron las teorías sobre la verdadera intención policial: “Seguro querían lucharse unos dólares” o “Dicen que es área protegida, pero no protegen ni de las epidemias causadas por los vertederos”.
En definitiva, lo que debía ser un paseo alegre terminó sacando a la luz el eterno dilema de Cuba: la represión, el miedo a las cámaras y el sentimiento de vivir en un lugar donde hasta grabar un momento puede costarte la libertad. Como resumió un comentario que se repitió sin cesar: “Eso solo pasa en una dictadura”.
Así que, si estás planeando tus vacaciones en Cuba, ya sabes: no olvides tu sombrero, tu protector solar… ¡y piensa dos veces antes de sacar el móvil para grabar!
