Rusia sigue siendo una puerta abierta para muchos cubanos que buscan un nuevo comienzo fuera del desastre económico de la isla. Gracias al libre visado para turismo y los vuelos directos desde La Habana, Varadero y Cayo Coco, llegar a tierras rusas es más fácil que a otros destinos. Pero si lo que quieres es echar raíces, vivir y trabajar legalmente allá, necesitas algo más que una visa de turista: hay que tramitar la residencia.
¿Por qué vale la pena? Porque tener un permiso de residencia en Rusia te pone casi al nivel de un ciudadano ruso: puedes trabajar sin restricciones, sacar préstamos, pedir hipotecas, acceder a pensiones y moverte tranquilo por todo el país. Desde hace un tiempo, el permiso de residencia es permanente, ya no se vence cada cinco años como antes, lo que da una sensación de estabilidad que en Cuba, francamente, no se conoce hace décadas.
Eso sí, no todo es color de rosa. No podrás alistarte en el ejército ruso ni votar en sus elecciones. Pero vamos, seamos honestos: eso no es lo que más le preocupa al cubano promedio que está escapando del caos del castrismo.
Libre visado… pero con condiciones
Aunque Rusia permite la entrada libre a los cubanos para hacer turismo, si tu intención es establecerte, trabajar, estudiar o incluso casarte, necesitas otro tipo de visa. Desde septiembre de 2024, los que aspiran a una residencia deben entrar al país con una visa privada válida por tres meses, gestionada desde el Consulado General de Rusia en La Habana.
Una vez dentro, debes presentar todos los papeles ante el Servicio de Migración ruso. Entre los documentos clave, uno que no puede faltar es el certificado de antecedentes penales emitido en Cuba, y que tiene que estar vigente en Rusia por al menos seis meses. Un paso engorroso, sí, pero necesario para avanzar.
Una cubana que ya pasó por el proceso lo explicó bien claro en redes: “El libre visado es solo para turismo. Si te quieres casar o pedir residencia, necesitas la visa privada sí o sí”. No hay atajos.
Más caminos para quedarse legal
Hay otras formas de conseguir la residencia también. Si te casas con un ciudadano ruso, puedes pedir la residencia temporal. Y si tienes un hijo con nacionalidad rusa, puedes solicitar directamente la residencia permanente. También hay opciones si viajas con visado de trabajo, estudio o negocios. Todo depende de tu situación y de los planes que tengas.
Rusia, a pesar de su clima helado y su burocracia, se ha convertido en una opción real para muchos cubanos. Porque allá, aunque cueste, al menos puedes construir un futuro. En Cuba, lo único que se construyen son excusas para mantener al pueblo amarrado.
Así que si estás pensando en lanzarte a la aventura rusa, infórmate bien, prepara tus papeles y no confíes solo en el libre visado. El pasaje te lleva, pero la residencia te da la vida.