Mientras la escasez en Cuba aprieta como soga al cuello y conseguir un par de zapatos o un jabón decente se vuelve una odisea, el turismo de compras se ha convertido en una tabla de salvación para muchos cubanos, especialmente para las llamadas “mulas” que van, vienen y resuelven lo que no hay en las tiendas vacías del régimen.
En este contexto, Guyana y Surinam se han vuelto destinos estrella para quienes buscan abastecerse afuera y regresar con maletas llenas… no de sueños, sino de lo que aquí falta todos los días. ¿La clave del éxito? Vuelos directos, requisitos migratorios mínimos y precios que, aunque no sean regalados, están a años luz del abuso estatal cubano.
Guyana: la puerta sin visa y con mercancía
Ubicada en la costa norte de Sudamérica, Guyana se ha ganado un lugar en el corazón de los cubanos que huyen de la escasez. No solo porque no exige visa para estancias cortas, sino porque allí se puede comprar de todo sin el trauma del racionamiento: ropa, calzado, alimentos no perecederos, bisutería y hasta artículos de higiene personal que en Cuba valen más que el salario de un mes.
Además, muchos aprovechan para gestionar trámites en la Embajada de Estados Unidos en Georgetown, matando dos pájaros de un tiro: hacen la compra y dan el paso hacia un futuro fuera del desastre nacional.
Surinam: visa electrónica y maletas llenas
Justo al lado de Guyana, Surinam también ha entrado al juego, convirtiéndose en otro imán para los cubanos que buscan sobrevivir al desabastecimiento. La diferencia aquí es que se necesita una visa electrónica (eVisa), pero el trámite es rápido, sencillo y se hace todo online. En pocas palabras: te dan el sí sin tanto papelazo ni filas kilométricas.
Para obtener la eVisa basta con tener un pasaporte válido, una foto tipo pasaporte, la reserva de vuelo, alojamiento, prueba de solvencia económica y pagar la tarifa correspondiente. Una vez aprobada, te mandan el permiso al correo. Fácil, limpio y sin tener que rogarle a un funcionario malhumorado.
Compras que salvan al cubano y benefician al vecino
En ambos destinos, la figura del cubano que llega, compra y regresa se ha vuelto parte del paisaje. Las “mulas” hacen lo suyo, mueven dinero, mercancías y generan ingresos que terminan beneficiando tanto a ellas como a las economías locales. Porque mientras en Cuba los comercios están más vacíos que la libreta de abastecimiento, en Guyana y Surinam florecen las ventas gracias al flujo constante de visitantes caribeños desesperados por resolver.
Vuelos disponibles desde Cuba
La aerolínea Sky High mantiene vuelos regulares desde La Habana hacia Georgetown, capital de Guyana, con salidas los lunes y viernes, ideal para organizar el viaje sin contratiempos y volver con la carga lista para vender o repartir.
Así, mientras el castrismo condena a su pueblo al desabastecimiento eterno, los cubanos hacen magia con pasajes y maletas. Porque cuando el país no te deja vivir, hay que buscar fuera lo que aquí no hay ni en los sueños. Guyana y Surinam, por ahora, siguen siendo puertas abiertas para quienes no se resignan a sobrevivir entre apagones y estanterías vacías.