Parece sacado de una película de acción, pero no lo es. Dos cubanos terminaron tras las rejas en Estados Unidos por estar, presuntamente, metidos hasta el cuello en una red de robo de autos de lujo que operaba a lo grande y que, según las autoridades, movía millones de dólares. La noticia la soltó la Fiscalía del Distrito Sur de Texas este jueves y, como era de esperarse, está dando muchísimo de qué hablar.
Los protagonistas de este lío se llaman Sadiel Noa-Aguila, de 42 años, quien vive en Pharr, Texas, y Miguel Báez-Echevarría, de 36, residente en Las Vegas, Nevada. Ambos están enfrentando serios cargos federales por exportar autos robados de manera ilegal. Pero eso no es todo: Báez, además, está acusado de conspiración para lavar dinero, un delito que podría costarle hasta 20 años tras las rejas si lo declaran culpable. ¡Nada menos!
Toda esta investigación arrancó en 2024 bajo la operación llamada “Recuperemos América”, liderada por el Departamento de Justicia. Y lo que han destapado es digno de serie de Netflix: la banda tenía tentáculos en un montón de ciudades, como Las Vegas, Phoenix, Salt Lake City, Denver, Fort Lauderdale, Houston y el área de Dallas-Fort Worth. Vamos, que no era cualquier grupito improvisado.
La forma en que operaban era de película de hackers. Según la denuncia penal, estos tipos usaban dispositivos electrónicos para burlar los sistemas de seguridad de los carros y reprogramar los llaveros. Así podían llevarse autos de alta gama como quien se lleva un paquete de galletas del súper. ¡Un robo rápido y limpio!
Después, les cambiaban las placas o manipulaban los famosos VIN (números de identificación vehicular), para que nadie sospechara nada. Y ahí viene lo más jugoso: muchos de esos autos terminaban cruzando la frontera hacia México, pasando por los puertos de Hidalgo y El Paso, en Texas. Negocio redondo para la red criminal.
Uno de los casos más llamativos es el de Noa-Aguila, quien supuestamente trató de mandar a México una GMC Sierra AT4 del año 2022, que había sido robada en Denver tan solo un mes antes. ¡Ni tiempo les daba de buscar el carro!
Pero eso no es todo. Según documentos judiciales, Báez estaría relacionado con el robo de al menos 15 autos más. Y si haces las cuentas, el fraude se dispara a varios millones de dólares. Una cifra que, para muchos, es difícil siquiera imaginar.
Este caso forma parte de una ofensiva mucho más grande del Departamento de Justicia contra redes criminales que cruzan fronteras y se dedican a negocios turbios como tráfico de autos, armas, drogas y hasta personas. La famosa operación “Recuperemos América” implica al ICE, al FBI, al Departamento de Seguridad Pública de Texas y a policías locales. ¡Un verdadero ejército persiguiendo a estos delincuentes!
Los dos cubanos tendrán que verse las caras con la justicia en tribunales federales: Noa-Aguila en McAllen (Texas) y Báez en Las Vegas (Nevada). Pero ojo, las autoridades han aclarado que esto es apenas una acusación formal, no una condena. Ambos siguen siendo inocentes hasta que un juez diga lo contrario.
Más allá del morbo que genera el caso, muchos en la comunidad migrante están preocupados. Porque, aunque se trate de casos individuales, este tipo de noticias alimenta discursos negativos y hasta políticas más duras contra los inmigrantes. De hecho, en documentos del Departamento de Justicia aparece el término “invasión de inmigración ilegal,” algo que pone los pelos de punta a defensores de derechos civiles y expertos en migración. Y es que, como suele pasar, pagan justos por pecadores.
Habrá que ver en qué termina este caso. Pero lo que está claro es que los cubanos detenidos están metidos en un lío monumental que podría costarles la libertad durante años… ¡y millones de dólares en juego!