¡Qué dolor y qué rabia! Así podría resumirse lo que ha provocado en redes sociales un video que circula mostrando el almuerzo que reciben los asistenciados en Cuba. La grabación ha hecho saltar chispas entre cubanos dentro y fuera de la isla, al desnudar, sin filtros, la dura realidad que viven los más vulnerables en medio de una crisis que parece no tener fin.
Fue la activista Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia quien compartió el polémico video en sus redes. Aunque no precisó de qué lugar exacto de Cuba se trata, las imágenes hablan solas: se ven unos recipientes de comida que apenas contienen un caldo aguado y unos cuantos fideos perdidos en el fondo. Un almuerzo que más bien parece una burla para quienes dependen de la asistencia social. “Qué vergüenza el almuerzo de los asistenciados en Cuba”, escribió Salcedo junto a la publicación.
Como era de esperar, las reacciones en redes no se hicieron esperar. Cientos de personas se volcaron a comentar, compartiendo su angustia y su impotencia. “Las personas creerán que es mentira, pero es la pura realidad”, escribió Noly Calveira. Y añadió que, para los cubanos con enfermedades crónicas, mantener una alimentación adecuada es casi un lujo imposible, si no es que se busca por medios propios. Lo que más le duele, dice, es pensar en los ancianos.
Otra usuaria, Melvis Gutiérrez, expresó lo que muchos pensaron al ver el video: “Que cosa ni un perro se come eso no sé cómo pueden darle eso a los viejitos Dios mío”. Porque, seamos sinceros, ni el perro más flaco se traga semejante caldo insípido.
Lo más triste es que esta no es ninguna novedad. En Cuba, la crisis económica se ha cebado especialmente con los ancianos, quienes sobreviven con pensiones ridículas mientras los precios de la comida y los productos básicos no paran de subir. Muchos apenas tienen cómo costearse un arroz con huevo, y mucho menos pueden aspirar a una dieta digna.
El año pasado, por ejemplo, salieron a la luz denuncias desde el municipio santiaguero de San Luis. En el centro de atención La Cuevita, donde deberían prepararse alimentos para los asistenciados, la comida brilla por su ausencia. “Hay días que comemos sopa y boniato”, contó un señor al canal local Tele Turquino, visiblemente frustrado.
Y, por si fuera poco, agregó que ni siquiera pueden enterarse de las razones de tanta escasez. “Sopa sin fideo, aquí la sopa nunca ha tenido fideos, desde enero hasta la fecha, y con una viandita porque el administrador hace sus gestiones”, explicó el asistenciado. A lo que añadió que nunca los reúnen para informarles nada. ¡Un misterio total!
La indignación sigue creciendo porque, mientras el gobierno habla de “protección al pueblo”, los ancianos cubanos están recibiendo platos de agua con sabor a nada. Y eso, amigos, no es un almuerzo. Es una bofetada a la dignidad de quienes lo dieron todo por su país.