Montañas de sargazo altamente tóxico invaden las playas de Baracoa, en Guantánamo: «Cuando se pudre suelta gases de ácido sulfhídrico y amoníaco»

Redacción

En Baracoa, ese rincón verde y precioso del oriente cubano, la naturaleza ha dado un giro poco amable: una marea de sargazo ha llegado en cantidades alarmantes, cubriendo playas enteras y generando preocupación tanto en las autoridades como en los vecinos.

La advertencia llegó por redes sociales, a través del perfil Coterráneo Aníbal, y luego fue respaldada por el Centro Meteorológico Provincial y el CITMA de Guantánamo, que lanzaron una alerta máxima. ¿La causa? Una acumulación inusual de esta alga parda en la bahía de Baitiquirí, Baracoa y San Antonio del Sur, que no solo afecta la vista y el olor del lugar, sino que puede representar un verdadero peligro para la salud.

Cuando el sargazo se pudre, suelta ácido sulfhídrico y amoníaco, dos gases que no son precisamente aromaterapia. Pueden causar ardor en los ojos, molestias respiratorias y hasta náuseas. La cosa se pone más fea para quienes sufren de asma o alergias: el aire se vuelve irrespirable.

Así amanece la bahía de Baracoa con una increíble cantidad de sargazo. La arena está cubierta por este sargazo en estado de descomposición, un olor fuerte.

Posted by Rey Washi on Saturday, June 28, 2025

Pero eso no es todo. Si alguien decide meterse al mar en medio de estas condiciones, se expone a bacterias peligrosas como el Vibrio, que puede provocar desde infecciones en la piel hasta serios problemas intestinales. Por eso las autoridades sanitarias han pedido a la población que no se bañe ni camine cerca de las zonas invadidas.

A pesar de los pesares, en medio de la falta de recursos que ya es costumbre en la isla, un grupo de estudiantes y profesores de Ciencias Médicas de Guantánamo se ha lanzado a la faena: están recogiendo el sargazo a mano limpia en playas como Caribe, Baracoa y Tortuguilla, tratando de minimizar los riesgos.

El problema, sin embargo, está lejos de resolverse. Sin la maquinaria adecuada ni estrategias a largo plazo, el panorama podría empeorar en julio y agosto, justo en plena temporada alta del calor, si no llega algún frente frío o tormenta que limpie las costas.

Además del tema sanitario, el sargazo tiene un impacto económico brutal: espanta a los pocos turistas que aún se aventuran hasta Baracoa y afecta a los pescadores, ya que las aguas se enturbian y la vida marina se altera. La peste, además, ahuyenta hasta al más valiente.

Expertos aseguran que este fenómeno se relaciona con el cambio climático, el aumento de la temperatura del océano y el exceso de nutrientes vertidos en el mar. Todo eso ha creado las condiciones perfectas para que estas macroalgas se reproduzcan sin control en el Atlántico tropical.

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