Una vez más, la tragedia sacude a una familia cubana, esta vez en el municipio Diez de Octubre, donde un joven perdió la vida tras impactar su moto contra una guagua. El accidente ocurrió en la mañana del domingo, en la intersección de la calle Espadero y la avenida Acosta, una zona que, según vecinos, es un verdadero punto negro del tránsito capitalino.
El muchacho falleció en el acto, mientras que su acompañante, una joven identificada como Adriana, fue trasladada con urgencia al hospital. Afortunadamente, ya se encuentra fuera de peligro, según comentaron personas cercanas a la pareja.
Ambos jóvenes eran pareja sentimental, y los mensajes que inundaron las redes sociales tras conocerse la noticia están cargados de dolor, impotencia y rabia. Las imágenes del lugar —compartidas por usuarios en grupos como “Accidentes Buses & Camiones por más experiencia y menos víctimas!”— muestran la motocicleta destrozada junto a un ómnibus de turismo, y el ambiente desolador que siguió al choque.
Aunque hasta el momento las autoridades no han dado ninguna versión oficial, algunos testigos apuntan que el motorista iba a alta velocidad, mientras otros aseguran que esa intersección es un peligro constante y nadie hace nada para ponerle freno al caos vial.
La Habana se está convirtiendo en una pista mortal.
Este no ha sido un caso aislado. Hace apenas unas semanas, otro joven motorista perdió la vida en un choque con un camión en la autopista del aeropuerto, cerca del Wajay. Días después, en Santiago de Cuba, un accidente entre dos motos acabó con la vida de otro pasajero, Manuel Jesús Coureaux Faez.
Y aunque el régimen intenta maquillar las estadísticas, lo cierto es que las cifras siguen alarmando. Entre enero y abril de este año se reportaron 2,377 accidentes en todo el país, y aunque fueron menos que en el mismo período de 2024, hubo más muertos. Así lo reconoció el propio coronel Roberto Rodríguez Fernández, quien admitió que el “factor humano” está detrás del 91% de los casos. Pero, ¿hasta cuándo se va a esconder la otra parte de la verdad?
Porque no es solo “factor humano”. Es carreteras sin mantenimiento, semáforos que no funcionan, falta de señalización, vehículos en mal estado, calles sin iluminación… Y todo eso es responsabilidad directa del Estado, que se gasta el dinero en represión y propaganda, pero no invierte ni un peso en garantizar seguridad vial.
Los muertos siguen acumulándose. Las familias siguen llorando. Y el régimen sigue en silencio, como si todo esto fuera normal.
Pero no lo es. No es normal salir una mañana en moto con tu pareja y no volver. No es normal morir por culpa del abandono estatal.
La calle está cobrando vidas, y mientras tanto, el castrismo sigue más preocupado por mantenerse en el poder que por proteger a su gente.