Si algo caracteriza a Ulises Toirac, además de su humor inteligente, es que no se muerde la lengua. Y esta vez lo ha vuelto a demostrar con un texto demoledor en sus redes sociales, donde desmonta, sin anestesia, la realidad que vive Cuba.
El humorista cubano publicó en su Facebook un mensaje cargado de frustración, donde asegura que el país está atravesando un colapso económico sin retorno. Según él, no hay ninguna recuperación a la vista, y lo que se viene es todavía peor. ¡Así mismo lo dice, sin rodeos!
Para Toirac, el lío de Cuba no es solo de cifras ni de apagones. Es algo de raíz, de ADN económico. “Desde antes del tarifazo lo vi venir”, recordó en su post. Y no es de extrañar, porque cada vez que abre la boca (o el teclado), lo hace con un tino quirúrgico para describir el caos.
Dice que el calorazo del verano y las “medidas aberradas” de ETECSA están hundiendo todavía más una economía que ya estaba en la lona. Pero aclara que no es culpa de decisiones recientes, sino de décadas aplicando fórmulas que, según él, solo funcionan en los libros… ¡y ni eso!
Toirac se va al fondo del asunto: gastar más de lo que se ingresa es, literalmente, cavar tu propia tumba. Y asegura que el gobierno sigue metido en la fantasía de “logros sociales” que se construyen sacrificando a los sectores que podrían producir y salvar al país del desastre.
Con la misma claridad con la que hace humor, denuncia que Cuba lleva años persiguiendo divisas sin generar verdadera producción. Y ahí está el resultado: apagones de más de 30 horas, hospitales que se caen a pedazos y gente intentando sobrevivir sin lo básico.
“No hay electricidad porque no hay sistema electroenergético, y no hay dinero para suplir la demanda”, suelta Ulises, como quien dice algo evidente. Y es que sin corriente, tampoco se puede producir nada para intentar salir del hueco.
Su pronóstico para septiembre es más negro que un apagón a medianoche. Dice que todo estará aún más deteriorado si no se hace una cirugía mayor al sistema. Y lanza una frase que estremece: “Sigan jugando a la recuperación inexistente mientras mueren enfermos, viejos y niños. Esta economía no merece planes. Precisa cambios estructurales drásticos”. ¡Toma y agárrate!
Y no es la primera vez que Toirac enciende las redes con sus reflexiones. Hace poco advirtió que el verano vendría duro, con apagones interminables, inflación galopante y hospitales sin ni un algodón. Vamos, una receta para el desastre.
En sus publicaciones, Ulises lanza dardos directos: que el peso cubano no vale ni la cáscara, que el país aplica medidas neoliberales sin un mercado funcional, y que lo único que eso logra es hundir más a la gente en la pobreza.
Cuenta, incluso, una conversación que lo dejó “mudo de horror”, al escuchar que en Pinar del Río la gente ya está resignada a vivir con apagones de 18 horas diarias. Para él, esa resignación es como un mecanismo de defensa psicológica… pero a un costo altísimo.
Y es que para Toirac, el problema va muchísimo más allá de la falta de luz. Habla de medicinas que no se consiguen, alimentos que se echan a perder, y servicios paralizados. Todo junto ha convertido la vida en Cuba en un ejercicio diario de pura supervivencia.
Hace una comparación brutal: dice que la situación cubana se parece a la de países ocupados durante guerras… solo que en Cuba no hay aliados que lleguen a liberar a nadie. “Aquí no hay eso. Ni en dos, ni en diez años, ni nunca”, sentencia.
Para Ulises, la única salida es desmantelar de una vez lo que no funciona y empezar de cero. Y aunque sus palabras no traen consuelo, dejan clara una verdad: sin producción, sin electricidad y sin reformas reales, lo que se viene es mucho peor.