Mientras el régimen en Cuba sigue aferrado al poder con represión y miseria, cada vez más cubanos están apuntando su brújula hacia el sur. Y no, no es hacia Centroamérica ni la temida travesía hasta la frontera de EE.UU., sino hacia Brasil, un país que se está convirtiendo en una salida viable sin necesidad de visa y con menos obstáculos que otras rutas.
En 2023, según datos oficiales del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública brasileño, más de 11 mil cubanos pidieron refugio en ese país. Solo los venezolanos los superaron en número. La mayoría son hombres, pero cada semana se suman también familias enteras, mujeres solas y jóvenes que no quieren pasar otra década estancados en la isla.
Un camino difícil, pero posible
Aunque la vida en Brasil tampoco es color de rosa, muchos cubanos están convencidos de que vale la pena intentarlo. Allá, al menos, hay papeles, un mercado laboral más amplio y la posibilidad de construir algo propio sin tener al Partido metido en tu casa. Una cubana que ya está asentada allá lo explicó con claridad: “Tienes un documento legal que te da los mismos derechos que un brasileño, salvo votar o ser funcionario. Pero puedes trabajar, alquilar, estudiar… vivir”.
Claro que no todo es fácil. Muchos recién llegados se enfrentan a dificultades para conseguir vivienda, aprender portugués o encontrar un empleo estable. Y aunque los sueldos a veces no alcanzan para cubrir todos los gastos, la libertad pesa más que cualquier salario limitado.
Así lo están haciendo muchos en 2025
Una ruta cada vez más popular es la que parte de Cuba rumbo a Venezuela, aprovechando que se puede conseguir una visa de turismo por solo 50 dólares, sin mucha burocracia ni cita previa. Desde allí, los migrantes viajan por tierra hasta Pacaraima, en la frontera con Brasil, tras cruzar por ciudades como Ciudad Bolívar y Santa Elena.
Una joven influencer cubana del canal “Cubana, pero exitosa” compartió su experiencia, explicando cómo hizo todo el recorrido en apenas dos días y gastó alrededor de 2.500 dólares por pareja, incluyendo vuelos, transporte terrestre, alimentación y trámites.
Una vez en Pacaraima, se hace el proceso migratorio con la Policía Federal de Brasil, y listo: empieza la nueva vida en tierra carioca. Muchas personas optan por irse a ciudades grandes como São Paulo o Curitiba, donde hay más oportunidades y comunidades cubanas ya establecidas.
La otra vía: sin visa por Guyana o Surinam
También están quienes escogen vuelos a Guyana o Surinam, países que no exigen visa a los cubanos. Desde allí, el trayecto continúa por tierra y hasta en bote, cruzando la Guayana Francesa para finalmente llegar a suelo brasileño por los estados de Amapá o Roraima.
Esa ruta es más compleja, sí, pero sigue siendo una alternativa válida para quienes no encuentran salida directa. En cualquier caso, una vez que pisan Brasil, pueden iniciar el trámite de refugio o residencia, con acceso a derechos que en Cuba ni soñando se pueden ejercer.
¿Más información?
El gobierno brasileño mantiene actualizada su web oficial con detalles sobre procesos migratorios, según cada nacionalidad. Incluso habilitó el correo vistos.baires@itamaraty.gov.br para orientar a los interesados.
Mientras el castrismo ahoga a su pueblo entre apagones, escasez y censura, los cubanos siguen demostrando que no se van a rendir. Brasil, hoy por hoy, se perfila como una puerta que, aunque lejos, abre la posibilidad de comenzar desde cero en libertad.