El reconocido cantante mexicano Marco Antonio Solís celebró por todo lo alto sus 32 años de unión con la cubana Cristy Salas, una historia de amor que ha resistido el tiempo, las luces del espectáculo y las tormentas de la vida. Pero lejos de hacer ruido, la pareja lo celebró a su manera: con palabras profundas, cargadas de ternura, respeto y mucha poesía.
El “Buki”, como lo conocen todos, compartió en su cuenta de Instagram un mensaje que más que una declaración romántica, parecía una meditación espiritual: “No celebramos el tiempo que llevamos juntos. Lo que honramos es ese sentimiento que llamo la frecuencia divina: el amor.”
Y es que cuando hay amor del bueno, el tiempo no se cuenta en años, sino en momentos. Marco Antonio dejó claro que el verdadero logro no es llegar, sino seguir caminando juntos, aprendiendo, reinventándose y manteniendo viva esa chispa que un día los unió con una simple mirada.
“Treinta y dos años compartiendo la vida, aprendiendo uno del otro y descubriendo nuevas formas de amar”, escribió el artista, acompañado de varias fotos con Cristy que derrochaban complicidad y ternura.
Y como era de esperarse, las palabras tocaron el corazón de sus seguidores, que aplauden el ejemplo que esta pareja ha dado durante más de tres décadas. Lejos del escándalo, alejados del ruido y las polémicas, han construido un amor sólido, bonito y sin tanta bulla.
Cristy, con esa sensibilidad que la caracteriza, no se quedó callada y respondió con un comentario igual de emotivo:
“Gracias por caminar conmigo con paciencia, con entrega y con ese amor que, en lugar de gastarse, se ha hecho más fuerte.”
Contó cómo juntos han levantado una familia, un hogar, una historia que no cambiaría por nada. Y cerró con una frase que resume todo:
“Aunque el calendario sume años, mi amor por ti sigue tan vivo como el primer día. Te amo.”
La historia de Marco Antonio y Cristy, que comenzó en 1993, es de esas que escasean en el mundo del espectáculo. Amor con calma, con propósito y con raíces. Amor sin show, pero con alma.
Hoy, cuando el bullicio de la fama consume tantas relaciones, ellos siguen apostando por la sencillez, por el compromiso, y por ese tipo de amor que no necesita prensa porque se sostiene solo, con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.