El reguetonero cubano Yomil Hidalgo no solo hace ruido en la música, también lo hace cuando se trata de mostrar cómo ha transformado su vida. En un reciente video publicado en Instagram, el artista caminó con calma por el amplio terreno que rodea una de sus propiedades, y aprovechó para dejar claro que su historia es de esfuerzo, sudor y superación.
“Yo vengo de un pasillo y de dormir en una barbacoa, y ahora tengo una casa en el Casino Deportivo, tres en Centro Habana y una en Guanabo…”, escribió el cantante, acompañado de imágenes donde se le ve disfrutando del fruto de su trabajo. “¿Quién dijo que los sueños no se cumplen? Por eso nunca dejen de soñar”, agregó, con ese estilo directo y motivador que lo caracteriza.
El mensaje fue más que una simple alardeada. Yomil quiso motivar a su gente, esa misma que lo ha visto crecer desde los tiempos en que hacía música con El Dany hasta convertirse en un símbolo de éxito para muchos jóvenes cubanos que sueñan con salir adelante a pesar de los obstáculos que impone el sistema.
Como era de esperarse, las redes se llenaron de comentarios celebrando su trayectoria. “Eres un ejemplo a seguir”, “un campeón”, “referente de mentalidad líder”, “en Cuba el millonario es el que se lo propone”, fueron algunas de las frases que le dejaron sus seguidores.
Yomil, que nunca ha ocultado sus orígenes humildes, se ha convertido en un símbolo de que en Cuba, a pesar de la crisis, todavía hay quienes logran avanzar con visión y determinación. Su camino no ha sido fácil, pero su constancia lo ha llevado no solo a triunfar en la música, sino a construirse un patrimonio que hoy lo convierte en uno de los artistas urbanos más sólidos de la isla.
Mientras muchos se desgastan luchando contra la censura, la represión o simplemente tratando de sobrevivir, él sigue “tirando pa’lante”, demostrando que el talento, cuando se combina con disciplina, puede romper cualquier techo, incluso en un país donde las oportunidades son tan escasas como el pan normado.