El exgrandesligas cubano Yoenis Céspedes, conocido en los diamantes como “La Potencia”, acaba de poner en el mercado su espectacular finca en Port St. Lucie, Florida, con un precio de venta que corta el aliento: 30 millones de dólares.
El rancho, bautizado con orgullo como La Potencia II, refleja a la perfección el estilo de vida que Céspedes se construyó después de dejar atrás el hambre y el apagón en su natal Granma, Cuba. Esta propiedad no solo es un símbolo de éxito deportivo, sino también un grito de libertad y desahogo que pocos peloteros cubanos pueden darse el lujo de vivir.
Una finca de película, hecha a su medida
Con unos 378 acres de extensión, la propiedad está ubicada a escasos minutos del complejo de entrenamiento primaveral de los New York Mets, el equipo con el que Céspedes brilló y por el cual firmó en 2015 antes de adquirir estos terrenos por unos 15 millones.
Terminada en 2018, la finca fue pensada como un refugio privado con alma de estadio. La casa principal, que se estira por unos 15,785 pies cuadrados, cuenta con seis habitaciones, cuatro baños completos, techos altísimos, una cocina profesional de esas que parecen de show de televisión y salones donde lo rústico y lo moderno se abrazan con elegancia.
Pero ahí no se acaba el cuento. La propiedad incluye más de 31,000 pies cuadrados construidos, entre los que destacan un gimnasio profesional, una jaula de bateo de última generación, establos con capacidad para 12 caballos, áreas de entrenamiento ecuestre, y una barbería diseñada al gusto del propio Céspedes. Hasta un espacio para procesar carne de caza tiene el lugar, para que no falte el sabor de monte.
Y si de relajarse se trata, el rancho tiene su propia piscina climatizada de 40×20 pies, un spa de lujo, terraza techada y jardines tropicales que dan una vibra de resort cinco estrellas. Todo esto en un entorno de privacidad absoluta, pero con acceso rápido a toda la infraestructura deportiva de la zona.
Un rancho con historia… y jabalí incluido
La finca alcanzó notoriedad en 2019, no solo por su lujo, sino por una anécdota que marcó el declive de la carrera de Céspedes. Mientras estaba en su propiedad, sufrió una fractura de tobillo tras un encontronazo con un jabalí salvaje, lo que terminó por hundir sus posibilidades de volver a la gloria en las Grandes Ligas.
El pelotero, que también vistió los uniformes de los Boston Red Sox, Detroit Tigers y Oakland Athletics, fue durante años un show ambulante en los campos de entrenamiento: llegaba en autos deportivos, en caballos y hasta con estilo de estrella de cine.
La venta del rancho, ahora, representa no solo un cambio de etapa para el expelotero, sino también un testimonio del sueño americano alcanzado por un cubano que escapó de la miseria del castrismo y se abrió camino a batazos en la tierra de las oportunidades.
Treinta millones por una finca en la Florida puede sonar excesivo, pero cuando se trata de La Potencia, no hay precio que no hable de grandeza.