Una influencer cubana ha puesto el dedo en la llaga del turismo nacional mostrando, sin filtros ni maquillaje, cómo se vive una noche en el hotel “más barato” de Varadero, ese balneario que el régimen sigue vendiendo al mundo como un paraíso, aunque por dentro se caiga a pedazos.
Se trata del Hotel Palma Real, un tres estrellas venido a menos donde la creadora de contenido conocida como @kary_y_jony se hospedó por 16.500 CUP —lo que equivale a unos 43 dólares— bajo el supuesto “todo incluido”, aunque más bien parecía todo limitado.
En un video subido a su cuenta de TikTok, la joven hace un recorrido por la habitación que, aunque no está en ruinas, no tiene nada de especial. Una cama matrimonial, un clóset básico, un televisor que, como ella dice entre risas, “esperemos que no tenga el canal Caribe”, un minibar vacío, baño con bañadera vieja, y un balcón con vista a… nada.
“Este fue el hotel tres estrellas más económico que encontramos en las agencias”, comenta la influencer, aclarando que la estancia fue un regalo de sus seguidores por el aniversario del canal. Lo curioso es que, en plena temporada alta, no encontró ni bullicio, ni extranjeros, ni ambiente veraniego. Varadero parecía un pueblo fantasma.
Hoteles vacíos, precios imposibles y experiencias decepcionantes
La publicación se suma a una creciente ola de contenidos de cubanos que están documentando la realidad de los hoteles en la isla, muy diferente a la que venden las campañas de Mintur y los panfletos de GAESA.
La propia cuenta de TikTok mostró hace poco el bulevar de Varadero desierto en pleno verano, sin un solo turista a la vista. Y no es para menos: los precios en moneda nacional son prohibitivos para la mayoría, mientras que el servicio y la calidad van cuesta abajo sin freno.
Otra influencer cubana, que en mayo compartió su experiencia en el Iberostar Bella Costa, también dejó al descubierto el desastre. Toallas sucias, minibar vacío, decoración “moderna” a la fuerza y la típica decepción que muchos cubanos sienten cuando descubren que el todo incluido es más promesa que realidad.
Turismo en caída libre: números que el régimen no puede esconder
La percepción negativa de los viajeros cubanos coincide con los números oficiales. Según datos de la ONEI, entre enero y abril de 2025 la llegada de turistas cayó un 27 % con respecto al año anterior, y la ocupación hotelera se desplomó a menos del 25 %. Eso, a pesar de que los medios estatales insisten en decir que todo va “bien y en ascenso”.
La verdad es que el modelo turístico cubano está en crisis profunda, y ni siquiera los hoteles “baratos” como el Palma Real logran llenar habitaciones en una etapa del año que, históricamente, era sinónimo de turismo masivo.
Lo que vemos ahora es una postal descolorida de lo que un día fue Varadero, con creadores cubanos revelando lo que antes solo se sabía por el boca a boca: que las estrellas en los hoteles de la isla brillan menos que nunca, y los precios ya no se justifican con el servicio.
Y mientras los cubanos se esfuerzan por darse un gustico con lo poco que tienen, el régimen sigue enfocado en sostener el espejismo de una industria turística que, en la práctica, se sostiene por inercia y no por resultados reales.
Porque ni con propaganda ni con consignas se llena un hotel… y mucho menos se convence a los que viven la verdad desde adentro.