Una mañana que parecía tranquila en Santa Martha, Matanzas, terminó en caos este jueves, cuando un fuerte accidente de tránsito sacudió la intersección de Calle 12 con la Vía Rápida. El incidente involucró a un tractor y un auto de pasajeros, dejando a una docena de personas lesionadas, entre ellas una adolescente.
Hasta el momento, las causas del choque siguen bajo investigación, pero el escenario dejó claras señales del impacto y una vez más encendió las alarmas sobre el deterioro del sistema vial cubano y la negligencia institucional que lo acompaña.
Once de los heridos fueron trasladados al Hospital Territorial “Julio Aristeguis Villamil”, en Cárdenas, mientras que una menor de 15 años tuvo que ser llevada de urgencia al Hospital Pediátrico Provincial, debido a la gravedad de sus lesiones.
“Todos presentan politraumas”, informó escuetamente el medio oficialista Periódico Girón a través de su cuenta en Facebook. Las autoridades sanitarias aseguraron que los pacientes están recibiendo estudios y tratamiento, aunque no se ha dado un parte médico detallado del estado clínico de cada uno.
El personal médico de emergencia, perteneciente a la Base Regional del SIUM, fue quien se encargó del traslado de los afectados. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran ambulancias estacionadas en el lugar del siniestro y un gran despliegue de recursos… al menos esta vez.
Otro accidente más en un país donde el peligro va sobre ruedas
En Cuba, viajar por carretera es una ruleta rusa. Tractores obsoletos, vehículos remendados una y otra vez, falta de piezas, y choferes que deben lidiar con caminos intransitables y cero garantías de seguridad. ¿Cómo no van a seguir ocurriendo desgracias como esta?
Mientras el régimen castrista sigue destinando recursos a propaganda y represión, las calles del país se convierten en trampas mortales, donde el mínimo error —o una simple falla mecánica— puede cobrar vidas.
Las autoridades, como de costumbre, publican partes médicos sin compromiso, sin asumir responsabilidades reales ni proponer soluciones. Y mientras tanto, los cubanos siguen cayendo víctimas del abandono y la indiferencia.
Lo ocurrido en Santa Martha no es un hecho aislado, sino otro capítulo más en la crónica diaria del deterioro de Cuba. Porque en un país donde nada funciona como debe, ni siquiera salir de casa es seguro.
Seguimos esperando respuestas, pero sobre todo, acciones. Porque mientras el régimen duerme, la carretera sigue cobrando su precio.