¡Tremendo lío, mi gente! Tres cubanos acaban de caer presos en Florida tras estar metidos en un entramado de delitos que parece sacado de una serie policial. Y no estamos hablando solo de fraude financiero: en el combo venían robo de combustible y hasta indicios de peleas de animales. ¡Un verdadero culebrón!
La movida ocurrió en el condado de Hernando, allá en Florida, donde las autoridades pusieron fin a las andanzas de esta banda. Los tres arrestados fueron identificados como Yunior Juan Camacho, Aliasay Medina Murguía y Danisbel Hernández-Plasencia. Y, según las autoridades, lo que tenían montado no era cualquier invento improvisado, sino una red altamente organizada y bien estructurada.
Todo el caso ha sido liderado nada menos que por la Oficina de Cumplimiento de la Ley Agrícola (OALE) del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, que dejó al descubierto hasta dónde llegaba el alcance de esta operación criminal. ¡Ni Netflix se inventa un guion tan completo!
La bomba explotó cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos se topó con un cargamento bien sospechoso. Se trataba de dispositivos electrónicos ilegales dirigidos a Yunior Juan Camacho, quien vive en Spring Hill, Florida. ¿Qué tenían de especial estos aparatos? Pues que son precisamente los que se usan para clonar tarjetas y robar datos financieros de la gente. ¡Tremenda jugada!
Ese hallazgo encendió todas las alarmas, y de ahí nació una investigación más profunda. Agentes especiales de la OALE empezaron a atar cabos sobre violaciones relacionadas con dispositivos conocidos como “skimmers” y recodificadores de datos. Ahí fue cuando se dieron cuenta de que lo que había detrás era mucho más grande.
Y llegó el gran operativo. El pasado 25 de junio, un grupo de agentes de la OALE, junto a la Oficina del Sheriff del Condado de Hernando (HCSO) y el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), allanaron la casa de Camacho. Y lo que encontraron dejó a todos con la boca abierta. En el operativo arrestaron a Camacho, Medina Murguía y Hernández-Plasencia. Y las pruebas que incautaron parecían sacadas de una película de crimen organizado.
Entre las cosas que decomisaron estaban nada menos que 354 tarjetas de pago con banda magnética, presuntamente falsificadas; 17 dispositivos de skimming diseñados para robar información de tarjetas; y más de 150 dispositivos de almacenamiento digital, como memorias USB y discos duros. ¡Una verdadera fábrica del fraude!
Pero la cosa no paró ahí. También hallaron 47,350 dólares en efectivo cuyo origen, por supuesto, está bajo investigación. Y por si fuera poco, encontraron dos tanques ilegales escondidos en una Ford F-350 de 2022, conducida por Hernández-Plasencia. Según las autoridades, esos tanques estaban preparados para robar combustible diésel de forma clandestina en estaciones de servicio. ¡Una operación redonda!
Y como si el fraude financiero y el robo de gasolina no fueran suficiente, durante el operativo hallaron 17 garfios metálicos, un objeto muy usado en peleas clandestinas de animales, sobre todo gallos. Esto le añadió otra capa delictiva al caso y amplió el abanico de cargos que podrían enfrentar estos tres cubanos.
Ahora, los tres arrestados se enfrentan a una lista de cargos nada pequeña: tráfico de productos falsificados, posesión de dispositivos de clonación, y tenencia de artículos relacionados con peleas de animales. Delitos que, si los declaran culpables, podrían costarles muchos años tras las rejas.
El Comisionado de Agricultura de Florida, Wilton Simpson, se mostró firme en sus declaraciones. Dijo que este caso es el mejor ejemplo de lo que se puede lograr cuando varias agencias trabajan juntas para frenar redes criminales que amenazan la seguridad y la economía del estado. Además, aseguró que seguirán dándole duro a estas bandas, especialmente en lo relacionado con el robo de combustible, algo que se ha vuelto cada vez más frecuente en Florida.
Mientras tanto, todos los dispositivos electrónicos y el material digital incautado están siendo analizados a fondo. Las autoridades sospechan que estos tres cubanos no actuaban solos y que podrían ser parte de una red criminal mucho más grande. Así que, ¡esto todavía no ha terminado!