Una escena de horror estremeció este fin de semana a quienes transitaban por el peaje de Varadero. Un aparatoso accidente entre dos vehículos terminó con al menos un muerto, mientras uno de los autos era devorado por el fuego a pocos metros de la caseta de cobro.
Las redes sociales, una vez más, fueron el primer testigo del desastre. En los videos publicados por internautas se aprecia el cuerpo sin vida de una persona junto a uno de los autos destrozados, mientras el otro, reducido a chatarra ardiente, ardía sin control mientras bomberos, paramédicos y agentes del orden intentaban contener la escena.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado detalles sobre las causas del accidente ni el estado de salud de los sobrevivientes. La televisora local de Cárdenas, Telebandera, apenas informó que “un automóvil moderno colisionó contra el muro separador del peaje de Varadero” y que el siniestro sigue bajo investigación.
Una tarde negra en las carreteras cubanas
Este sábado no fue un buen día para el asfalto en Cuba. Casi al mismo tiempo, en la Vía Blanca habanera, otro choque fuerte entre dos autos dejó varios heridos, según imágenes que circularon en redes. El impacto fue tal que uno de los vehículos perdió el parabrisas por completo, testimonio claro de la violencia del golpe.
Por si fuera poco, en Santa Clara, un auto descontrolado embistió a otro carro y una moto estacionados en el aeropuerto, dejando un saldo de cuatro heridos. Las fotos muestran vehículos prácticamente hechos polvo. Aún no se ha confirmado el estado de los lesionados.
Una epidemia sobre ruedas
Más allá de los accidentes puntuales, las cifras oficiales de accidentalidad en Cuba reflejan un problema estructural que no mejora. De enero a mayo de 2025, se han reportado 3,035 accidentes, una ligera baja con respecto al año anterior. Pero mientras bajan los siniestros, suben las muertes: 290 fallecidos, según la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
Las principales causas se repiten como un disco rayado: conductores distraídos, exceso de velocidad, problemas técnicos, consumo de alcohol y el irrespeto al derecho de vía. Lo preocupante es que el 23 % de los muertos son peatones, la víctima más vulnerable de este caos.
Los vehículos ligeros y alternativos, como motos, ciclomotores y bicitaxis, también se llevan su cuota de dolor. Cada vez hay más accidentes con estos medios, muchos de ellos con consecuencias fatales.
El Estado mira desde la acera
Mientras los choques se multiplican y los muertos se suman, el régimen sigue sin resolver el deterioro de la infraestructura vial, la falta de controles efectivos y el mal estado del parque automotor. En medio de una crisis donde ni los hospitales tienen insumos suficientes, los cubanos no solo tienen que sobrevivir al hambre, la falta de medicamentos y los apagones, sino también arriesgar sus vidas cada vez que salen a la calle.