Si alguien pensaba que el nieto de Fidel se iba a mantener bajo perfil en medio del desastre nacional, pues se equivocó. Sandro Castro, el «influencer» que nadie pidió, volvió a sacudir las redes cubanas con otra de sus perlas: un video que mezcla falta de talento, mucha cerveza Cristal y cero noción del ridículo.
Esta vez, el joven —famoso por su vida de lujos en un país en ruinas— se grabó bailando al estilo “repartero premium”, con una botella en la mano y rodeado de amistades, mientras se menea torpemente al ritmo de su propia canción “La Cristach”. El escenario: un auto clásico (posiblemente un Citroën DS) que, en vez de nostalgia, da pena ajena en ese contexto.
“New challenge Cristach”, escribió en su Instagram, como si con eso bastara para lanzar un hit. Y aunque el video podría pasar como broma privada, terminó convirtiéndose en una comedia viral involuntaria, desatando una lluvia de comentarios con el típico humor cubano que no perdona ni a los “hijos del poder”.
“Gerardo salió del grupo”, “Raúl no tiene Instagram?”, “El príncipe del reparto”, “Este es el tema del verano 2025”, fueron algunas de las frases que reventaron los comentarios. El sarcasmo se mezcló con la indignación: no pocos recordaron la falta de respeto que supone ver a uno de los herederos de la élite bailando con cerveza en mano, mientras el pueblo hace colas kilométricas por un pedazo de pan o un litro de leche para los niños.
Pero lo más interesante no fue el video en sí, sino el contexto. En los últimos días, incluso voces del oficialismo han soltado indirectas contra Sandrito, como si le hubieran dado el visto bueno para convertirlo en chivo expiatorio. Algunos lo leen como una estrategia desde arriba: quemar a un Castro light para limpiar la imagen del régimen y marcar distancia del escándalo familiar.
¿Habrá sido una jugada de los “históricos”? ¿O simplemente Sandro es así de desconectado? Lo cierto es que, aunque él no diga nada directamente, responde como siempre: con más videos, más desparpajo y más “Cristach”.
Y uno no puede evitar pensar: si su abuelo levantara la cabeza… probablemente le mandaba a apagar el móvil con una orden del MININT.