En redes sociales se viralizó hace pocos días el video de un supuesto “cubano indignado” que se atrevía, con mucha gallardía y decoro patriótico, a enfrentar públicamente al Jefe de la Misión de EE.UU. en Cuba, Mike Hammer, durante su visita a Varadero.
Pero como ya muchos sospechaban desde el primer segundo del show: todo fue una puesta en escena orquestada por el castrismo. Y es que al “indignado espontáneo” le cayó el teatro en la cara… porque ya había sido condecorado públicamente en 2023 como «Cederista Destacado» por su «ejemplar labor» en el X Congreso de los CDR en Plaza América, Varadero.
Sí, el mismo hombre que gritaba como un mártir del socialismo frente al diplomático estadounidense, es un viejo conocido del aparato represivo en Cárdenas. Un fiel servidor del régimen, con premio y todo, que ahora vuelve al escenario con libreto nuevo.
¿Montaje? ¡Más que evidente! El castrismo no improvisa ni en los actos de repudio. Todo estuvo planificado: cámara en mano, la frase bien aprendida y el personaje listo para venderle al mundo una falsa indignación popular, diseñada desde los escritorios del Partido.
Y esta no es la primera vez que el régimen echa mano de estos teatrillos. Hace apenas unas semanas, en la famosa “lanchita de Regla”, ocurrió algo muy parecido. Una mujer, supuestamente molesta con la presencia de Hammer en un medio de transporte público, lo increpó también… ¡pero luego se supo que era otra militante alineada con los intereses del régimen!
Así funcionan las cosas bajo dictadura: arman un espectáculo, lo editan a su gusto y lo distribuyen en los canales oficiales para aparentar que el pueblo “está indignado” con Estados Unidos. Pero cuando se rasca un poco la pintura, aparece lo de siempre: un cuadro del Partido, un CDR premiado o una militante obediente con asignación en mano.
Mientras tanto, los verdaderos cubanos —los que sufren apagones de 20 horas, los que no tienen comida ni medicinas— ni siquiera pueden acercarse a una figura extranjera sin ser vigilados, amenazados o detenidos.
Este circo mediático no engaña a nadie. Lo que sí demuestra es que el régimen está desesperado por crear la ilusión de “respaldo popular”, cuando en realidad cada día tiene más rechazo, más indignación real y más cubanos hartos de tanta mentira.
Que no nos vendan otra novela. El pueblo no necesita actores. Necesita libertad.