¿Quién dijo que el sabor cubano no cruza fronteras? Si pensabas que el frío canadiense iba a enfriar también las tradiciones de los cubanos, te cuento que en Toronto lo que hay es candela. Un grupo numeroso de cubanos se lanzó para la marina de la ciudad y montó un fiestón que parecía sacado de una esquina caliente del Vedado. ¡Con todo incluido: reparto, dominó, barbacoa y banderas ondeando!
Cuba se mudó para Toronto por un día
La escena, que fue compartida en TikTok por el usuario @el_americano2, parece más una postal de un 24 de diciembre en Pinar del Río que una tarde de verano en Canadá. En el video se ve cómo los cubanos tomaron por asalto un espacio al aire libre, desplegaron su arsenal de carbón, bocinas, sazón y, por supuesto, esa alegría inconfundible que no entiende de exilios ni distancias.
El ambiente era un vacilón, como decimos nosotros. Música urbana cubana, gente bailando con una cerveza en la mano, niños corriendo de un lado a otro y los clásicos juegos de dominó que, como buen cubano sabe, terminan en pique, risas o gritos (o todo eso junto).
“Tremenda riquera”, dijo uno, y no estaba exagerando
El protagonista del video, mientras muestra la multitud alegre y un humo sabroso saliendo de las parrillas, lanza una frase que resume todo: “¡Tremenda riquera, todos los cubanos reunidos aquí, todos los años hacemos lo mismo!”. Y sí, eso es lo lindo: no es un evento aislado, es una tradición veraniega que los cubanos en Toronto repiten cada año para no perder la conexión con sus raíces.
Se trata más que de una simple parrillada: es un acto de identidad, un “aquí estamos” dicho con sazón, con ritmo y con cariño. Porque aunque estén a kilómetros de distancia de la isla, el espíritu cubano no entiende de fronteras.
Reparto a todo volumen y sazón casero
Y como no podía faltar, el reparto —ese ritmo tan nuestro y tan callejero— fue la banda sonora del día. Con Charly & Johayron, El Taiger o quien sea que esté de moda sonando de fondo, los cubanos se encargaron de convertir la marina canadiense en una sucursal caribeña.
Además, se vieron parrillas improvisadas como las de cualquier cuadra en Cuba: con sus pedazos de hierro reciclado y mucho ingenio. Lo importante no es el lujo, sino el sazón. Lo que estaban cocinando no se detalló, pero con ese humo y esa alegría, seguro había cerdo, maíz asado, yuca… y quizás algún bistec “resuelto”.
Orgullo, comunidad y mucha nostalgia
El video ha dado vueltas en redes sociales y ha generado un montón de comentarios positivos. Muchos cubanos en el extranjero se identificaron de inmediato, y otros simplemente celebraron esa capacidad de los nuestros para armar una fiesta donde sea. Porque si algo caracteriza al cubano es que transforma cualquier lugar en un pedazo de su tierra.
Estas reuniones, que cada vez se ven más en ciudades con comunidades cubanas como Miami, Madrid, Tampa o Montreal, no solo son espacios de entretenimiento. Son una manera de mantener viva la cultura, de reencontrarse con la gente y de que las nuevas generaciones —esos niños nacidos fuera— no olviden de dónde vienen sus padres.