En medio de tantas malas noticias y la crisis que no da tregua en Cuba, siempre es un alivio encontrarse con historias que devuelven la fe en la humanidad. Y una de esas historias es la del sacerdote Rodhin Alonso Colomar, quien, con un grupo de voluntarios, logró que este fin de semana más de 300 personas vulnerables en Santiago de Cuba disfrutaran de un almuerzo caliente y lleno de cariño. ¡Así sí!
Rodhin, quien se ha convertido en un auténtico ángel para los más necesitados en Santiago, compartió en sus redes sociales la alegría por el éxito de la jornada solidaria. “Hoy se beneficiaron 313 personas en el almuerzo comunitario”, publicó en su perfil de Facebook. Y, con esa frase sencilla pero poderosa, dejó claro que sigue firme en su misión de alimentar tanto el cuerpo como el alma de su gente.
El cura explicó que esta vez decidieron cambiar el menú y preparar algo rápido, pero sabroso y contundente. “Cambiamos el menú: espagueti con perro caliente y vianda. Una comida rápida y que sostiene”, escribió. Y cualquiera que haya pasado hambre sabe que, en tiempos de escasez, un plato así puede parecer un manjar digno de restaurante.
Además, Rodhin no dejó pasar la oportunidad de dar las gracias “a Dios y a los donantes por esta oportunidad de servir”. Sus palabras siempre están impregnadas de gratitud y esperanza, algo que, sin duda, es clave para mantener vivo este tipo de iniciativas en un país donde cada día parece más difícil conseguir lo básico.
Las fotos que acompañaron su publicación son conmovedoras: niños con sonrisas gigantes, personas mayores aliviadas de tener un plato seguro ese día y familias enteras agradeciendo el gesto. Esas imágenes valen más que mil palabras y dejan ver la verdadera magnitud del impacto que tiene este almuerzo solidario en la comunidad.
Y es que lo de Rodhin no es flor de un día. Desde hace meses, este sacerdote se ha convertido en un motor constante de ayuda. Una y otra vez, organiza almuerzos para personas en situación vulnerable, demostrando que, aunque las cosas estén duras, la solidaridad puede más. ¡Un verdadero héroe cotidiano!
No hace mucho, en medio de una crisis todavía más asfixiante, Rodhin y su equipo organizaron otra jornada solidaria que benefició a 310 personas. Y ojo al dato: en ese momento, muchas zonas de Santiago llevaban más de 20 días sin agua potable y sufrían apagones de horas interminables. Aun así, él y sus colaboradores no se rindieron y sacaron fuerzas para sacar adelante su noble tarea.
Aquella vez, el evento tuvo lugar en la Misión Organizada San Pedro Apóstol, ubicada en el Reparto Flores. Gracias al trabajo en equipo de la comunidad y la generosidad de donantes, lograron garantizar un almuerzo completo. El menú no se quedó corto: arroz amarillo, vegetales, vianda hervida y salchicha. ¡Un lujo en medio de la escasez!
Rodhin, con la sencillez que lo caracteriza, escribió: “Hoy se beneficiaron 310 personas en el almuerzo comunitario para necesitados”. Sus palabras son sencillas, pero detrás de ellas hay una labor titánica que implica horas de planificación, conseguir alimentos y, sobre todo, mantener viva la fe de que sí se puede ayudar, aunque todo pinte gris.
“Gracias a Dios y los donantes por esta oportunidad de servir. Dios les bendiga abundantemente”, apuntó en aquella ocasión. Y no es para menos. Porque detrás de cada almuerzo servido hay un pequeño milagro hecho realidad, y cientos de corazones agradecidos.
En una Cuba donde el desabastecimiento y las dificultades parecen no tener fin, gestos como el de Rodhin Alonso Colomar son auténticos rayos de luz. Y, aunque el menú pueda ser sencillo, el verdadero alimento que reparten es esperanza. Una esperanza que, ojalá, siga creciendo y contagiando a otros a tender la mano al prójimo.