El dolor ha tocado fuerte a la comunidad de Vicente, a solo ocho kilómetros de la ciudad de Ciego de Ávila. Este lunes, el silencio y las lágrimas marcaron el adiós a cuatro vecinos, tres de ellos apenas adolescentes, que perdieron la vida en el brutal accidente del domingo en Majagua.
Las imágenes compartidas por el periodista independiente Guillermo Rodríguez Sánchez en redes sociales muestran una escena que desgarra: niños y jóvenes del barrio, padres destrozados, vecinos con el alma partida, todos reunidos para despedir a quienes se fueron demasiado pronto.
“Gente humilde, sencilla, compartidora de lo poco que tiene… despidiendo a dos niños, una niña y un joven en medio de un dolor que no tiene nombre”, escribió Rodríguez, reflejando la tristeza que arropa a esta comunidad avileña.
Ese mismo día, Vicente se llenó de duelo doble. Primero sepultaron al pequeño Maikol Dayán, de 13 años, y más tarde partió la caravana fúnebre de Dairon (16), Lian (14) y Yordanis (23), quienes también perdieron la vida tras el accidente.
Cuatro muertes, muchas vidas rotas
Según el parte médico actualizado, ocho pacientes permanecen hospitalizados, de los cuales cuatro están reportados como críticos. La información fue confirmada por el doctor Julio Díaz Agramonte, director del Hospital General Docente Roberto Rodríguez, en Morón.
Entre los heridos trasladados, hay niños con traumatismos severos, víctimas de un sistema de transporte estatal colapsado, donde viajar en vehículos en mal estado se ha convertido en una rutina mortal para los cubanos.
¿Qué provocó la tragedia?
El accidente ocurrió en la mañana del 6 de julio, en el tramo conocido como Río Grande, entre Marroquín y Majagua. Un vehículo estatal perteneciente a la Empresa de Recursos Hidráulicos —matrícula B-236623— se volcó, dejando un saldo de más de treinta heridos y las cuatro muertes ya confirmadas.
Aunque las autoridades aún no han revelado oficialmente las causas del siniestro, todo apunta a la negligencia y al deterioro técnico de un parque automotor que ya no da más. Un problema que el régimen no ha sabido, ni querido, resolver.
El costo humano del abandono
Daniel Sarmiento (16), Lian Poso Duane (14), Maikol Dayán Torres (13) y Yordanis Fernández Garrido (23) son los nombres que hoy resuenan con fuerza entre familiares, amigos y un pueblo que ya no aguanta más tragedias evitables.
La mayoría de los lesionados fueron inicialmente atendidos en el Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola, en la capital avileña. Los casos más graves —nueve en total, incluidos tres menores— fueron remitidos a Morón, donde médicos y enfermeros hacen malabares con recursos limitados para salvar vidas.
Mientras tanto, el gobierno guarda silencio. No hay condolencias oficiales, ni explicaciones, ni promesas de justicia. Solo el pueblo dolido cargando con el peso de la pérdida y un país donde montarse en un carro estatal sigue siendo una ruleta rusa.
Hoy Vicente llora. Y con él, toda Cuba, harta de ver cómo la desidia estatal se cobra otra vez la vida de sus hijos.