En una Cuba donde el día a día se hace cada vez más cuesta arriba, una abuela centenaria se ha robado el show con una celebración que es pura vida. Con nada menos que 104 años a cuestas, esta matriarca demostró que cuando hay amor, familia y ganas de gozar, ni el tiempo ni el desastre que se vive alrededor pueden opacar la alegría.
Vestida con un traje floreado lleno de color, una banda que la proclamaba como “Birthday Queen” y una tiara reluciente en la cabeza, la cumpleañera disfrutó su día rodeada de su gente, de música mexicana y de un ambiente que, por un rato, hizo olvidar los apagones, la escasez y la tristeza que se ha vuelto costumbre en tantas casas cubanas.
El video del momento fue compartido en TikTok por la usuaria @daimy0781, y en cuestión de horas se volvió viral. No era para menos: la abuela no solo sonreía, aplaudía y bailaba con una energía que ya quisieran muchos jóvenes, sino que además, sin pena ninguna, le entró directo a una cerveza con la ayuda de un familiar. Porque sí, a esa edad ya uno no pide permiso.
En medio de cupcakes, un gran pastel rosado, globos gigantes marcando el “104” y mariachis que entonaban rancheras, la escena parecía sacada de otro mundo. Uno donde la comida alcanza, donde la corriente no se va, y donde el Gobierno no mete las narices en todo. Un mundo que Cuba pudo haber sido y que aún late, escondido en rincones de amor como este.
Una de las frases que más conmovió a quienes vieron el video fue la de una mujer que, emocionada, dijo: “Tenemos a mima para rato”, mientras la abuela soltaba una carcajada contagiosa. La imagen de la familia abrazada, celebrando sin lujos pero con el corazón, dejó claro que hay cubanos que, pese a todo, no se rinden.
Porque al final, entre tanta miseria impuesta, tanta doble moral política y tanta represión disfrazada de orden, lo que sostiene a este país no es la propaganda ni los discursos vacíos, sino esos gestos pequeños, sinceros, reales. Como un abrazo, una sonrisa, una cerveza compartida y una abuela que, a los 104, sigue celebrando la vida con toda el alma.
Este cumpleaños no es solo una fiesta. Es una declaración de resistencia. Porque en una isla donde todo parece en ruinas, hay cubanos que aún saben cómo festejar… y eso sí que no hay dictadura que lo pueda apagar.