Si creías que nada podía empeorar en los servicios postales cubanos… ¡sorpresa! Correos de Cuba acaba de soltar la bomba: el verdadero culpable de sus retrasos son… ¡las motos importadas! Sí, así mismo como lo lees. Según ellos, la avalancha de motos con motor de combustión que está entrando al país ha terminado de reventar su ya maltrecho sistema de paquetería internacional. ¡Para no creerlo!
El Grupo Empresarial Correos de Cuba (GECC) reconoció públicamente que su red de recepción, procesamiento y entrega de paquetes está patas arriba. La razón, dicen, es ese “récord” de motos que llega a la isla, saturando su frágil logística. Como quien dice, no tienen manos ni espacio para tanta mercancía.
La Empresa de Mensajería y Cambio Internacional (EMCI) salió en Facebook a tratar de justificar el caos, diciendo que atraviesan una “ruta crítica” parecida a la que vivieron en plena pandemia de 2020 y 2021, cuando el correo estaba hasta el tope con millones de paquetes internacionales.
Pero aquí viene lo curioso: ahora, aunque llegan menos envíos en cantidad, lo que reciben es más voluminoso y pesado. Y claro, entre motos, piezas y cajas gigantes, su logística no da abasto.
Correos de Cuba dice además que el panorama actual está muchísimo más feo que en la etapa de la COVID. Hoy tienen un cóctel explosivo de crisis: escasez de combustible, apagones interminables y un sistema logístico estructuralmente hecho leña. Y como si fuera poco, las demoras en los despachos aduanales paralizan las cargas, porque nada puede entrar al sistema postal hasta que no le den luz verde.
Encima, las autoridades portuarias y del aeropuerto priorizan mercancías “estratégicas” como materias primas e insumos industriales. ¿Y los paquetes de la gente? ¡A la cola! Esto hace que las entregas personales se retrasen todavía más.
Según reconocen, el tiempo promedio para recibir paquetería internacional ya supera los 60 días. Pero si se trata de motos, ¡olvídate! El retraso puede extenderse por meses. Tanto así que todavía están procesando contenedores que llegaron a finales de abril. Increíble.
Para más inri, aunque las agencias que venden las motos prometen entregas en 15 días, la realidad es otra. Solo se están distribuyendo desde tres ciudades: La Habana, Santa Clara y Holguín. Esto obliga a muchos cubanos a lanzarse tremendas travesías para ir a recoger sus vehículos, gastando dinero y tiempo extra. ¡Un dolor de cabeza total!
Correos de Cuba se lava las manos, asegurando que esa decisión no fue de ellos, pero admiten que ha generado “insatisfacciones y quejas”. ¡Cómo para no quejarse!
Por si no bastara, la famosa planta automatizada de la EMCI, esa que se supone iba a revolucionar el servicio postal, sigue sin funcionar porque le falta un componente eléctrico importado. Y mientras tanto, la modernización sigue siendo solo un cuento.
La prensa oficialista ha intentado pintar un panorama bonito, diciendo que los servicios han mejorado. Pero los más de 4,000 envíos acumulados, las denuncias de pérdidas y el caos con las motos demuestran que la realidad es otra.
Correos de Cuba sigue en crisis, justificando la lentitud con un sinfín de excusas: problemas estructurales, falta de recursos, sobrecarga de mercancías y retrasos ajenos. Mientras tanto, las redes sociales siguen llenas de quejas por paquetes robados o perdidos, y nadie parece tener la solución.
Eso sí, Correos de Cuba publicó un largo comunicado en Facebook titulado “Correos de Cuba: Hablando claro”. Aunque, siendo sinceros, lo único claro es que están desesperados por desacreditar las denuncias y tapar el caos que tienen montado.