El reconocido actor cubano Jorge Cao ha abierto su corazón y ha compartido, por primera vez, el capítulo más doloroso de su vida: la pérdida de su hija Maricel Luz, quien falleció recientemente en Cuba. Con la voz entrecortada y visible tristeza, Cao relató lo que significó no poder estar al lado de su hija en sus últimos días, ni asistir a su despedida final, una herida que aún supura en su alma.
Jorge Cao, quien lleva años residiendo en Colombia, decidió romper el silencio sobre esta tragedia personal que lo ha marcado profundamente. La muerte de su hija ocurrió hace poco más de un mes y lo tomó totalmente desprevenido. El actor no solo se enfrentó al dolor de la pérdida, sino a la angustia de no poder volar a Cuba por las complicadas circunstancias que han distanciado a muchos cubanos de su tierra y de sus seres queridos.
“Es un dolor irreparable”, confesó Cao durante una emotiva entrevista en el programa Lo sé todo. Ahí contó cómo la distancia, sumada a los compromisos laborales que no pudo abandonar, le impidieron darle el último adiós a su hija. “No pude acompañarla en su final. Hice el duelo desde aquí y lo sigo haciendo. Es algo que todavía no puedo hablar”, dijo entre lágrimas, dejando ver el peso que lleva en el corazón.
A pesar de ser siempre muy discreto con su vida privada, esta vez Cao sintió la necesidad de compartir su tristeza y frustración. “Muy duro. Es un dolor irreparable, lo puedo decir y se lo puedo contar a ustedes”, expresó, dejando claro que aunque es un hombre fuerte, hay dolores que ni el tiempo ni la distancia logran borrar.
Maricel Luz, la hija de Jorge Cao, fue diagnosticada con un cáncer agresivo que se llevó su vida en apenas un mes. “Fue muy difícil porque todo sucedió en un mes, desde que se descubrió su estado de salud hasta su despedida. Fue muy duro para mí”, narró el actor, dejando entrever el torbellino de emociones que ha vivido y lo rápido que cambió su mundo.
Las palabras de Cao han tocado profundamente el corazón de muchos cubanos que conocen bien ese dolor de perder a alguien sin poder estar cerca. Son miles los que, como él, han tenido que emigrar y vivir con el peso de la distancia, las restricciones políticas y las dificultades económicas que les impiden volver a la isla, aunque sea para dar el último adiós.
Jorge Cao, conocido por su participación en novelas como Pasión de Gavilanes y La Ley del Corazón, lleva más de 15 años sin pisar Cuba. Y aunque alguna vez soñó con regresar y caminar por las calles de La Habana, hoy reconoce que probablemente nunca volverá. “Casi toda mi familia ya no está en este plano, mi última pérdida fue mi hija”, confesó con evidente nostalgia, admitiendo que poco a poco, su vínculo con la Isla se ha ido desvaneciendo.
Sin embargo, aunque la distancia con Cuba se ha hecho cada vez más grande, Cao asegura haber encontrado un hogar en Colombia. “Soy parte de este país, de esta historia y pienso desarrollar mi carrera otros 30 años más en Colombia”, dijo con gratitud, resaltando que se siente plenamente integrado y querido en su país de residencia, donde continúa cosechando éxitos.
El conmovedor testimonio de Jorge Cao ha resonado con fuerza entre miles de cubanos que también han tenido que hacer su duelo desde lejos. Esos cubanos que han llorado solos, sin abrazar a los suyos ni poder acompañarlos en sus últimos momentos. La historia de Cao es el reflejo del drama humano que vive la diáspora cubana: una mezcla de nostalgia, impotencia y un dolor profundo que solo la distancia es capaz de agrandar.
