¡La cosa está que arde en La Habana! El Banco Metropolitano acaba de soltar la bomba: uno de sus cajeros automáticos fue atacado en plena capital cubana. Y justo ahora, cuando conseguir efectivo es casi como encontrar agua en el desierto, este tipo de actos vandálicos están creciendo y empeorando el calvario de la gente para acceder a su propio dinero. ¡Un caos total!
Resulta que este domingo, el Banco Metropolitano S.A. (o BANMET, para los panas) denunció que uno de sus cajeros en la sucursal 300, justo donde se cruzan Diez de Octubre y Lacret, en el municipio Diez de Octubre, fue vandalizado. El hecho ocurrió la noche anterior y fue calificado por la propia entidad en su página de Facebook como algo que “atenta abiertamente contra la tranquilidad y seguridad ciudadanas”. Además, insistieron en que estas acciones “no caracterizan a nuestro pueblo trabajador”. ¡Pero el daño ya está hecho!
Aunque el banco condena estos actos, también se sincera un poco. Admiten que detrás de todo este lío hay un gran malestar acumulado por la falta de efectivo y el deterioro cada vez más visible de su red de cajeros. Y es que, en Cuba, si algo escasea más que el pollo, ¡es el dinero en efectivo!
Según explica BANMET, estos ataques han obligado a la entidad a meter los cajeros dentro de las sucursales, o directamente cerrarles el acceso fuera del horario laboral. O sea, más trabas para la gente que, de por sí, ya anda desesperada tratando de sacar aunque sea unos pesos para sobrevivir.
BANMET dice con orgullo que llegó a tener la mayor red de cajeros en Cuba, con unos 525 equipos. Pero esa cifra se ha ido en picada porque los aparatos están más viejos que Matusalén, no hay piezas de repuesto y urge reemplazarlos por tecnología nueva. En otras palabras: los cajeros están casi en terapia intensiva.
Y no es cuento. En los últimos meses, la crisis bancaria en Cuba, sobre todo en La Habana, se ha puesto color hormiga. Sacar dinero es toda una hazaña. Hay historias como la de una periodista jubilada que contó las colas eternas y los constantes apagones de los cajeros. ¡Un vía crucis!
Para colmo, el Banco Metropolitano venía advirtiendo desde mayo sobre las serias limitaciones en sus servicios. O sea, esto no es noticia de ayer. El deterioro viene arrastrándose hace rato, por culpa de múltiples causas: la tecnología obsoleta, piezas imposibles de conseguir, falta de efectivo y cada vez menos personal en el sector bancario. Y, cómo no, siempre aparece el “bloqueo financiero estadounidense” en la lista de culpables, porque según el banco, eso impide renovar sus equipos.
A pesar de todo este cuadro casi apocalíptico, BANMET asegura que sigue trabajando en instalar nuevos cajeros, impulsar servicios digitales y apostar por la banca remota. Pero la realidad es otra: la red actual no da abasto, sobre todo en una ciudad tan poblada como La Habana. ¡La demanda es gigantesca!
Y en medio de semejante tormenta económica, los ataques a cajeros parecen surgir como una forma de protesta más que simples actos delictivos. La gente está harta, desesperada y siente que no hay salida. Pero lo triste es que, lejos de arreglar algo, estos hechos lo empeoran todo. Al final, los perjudicados son los mismos ciudadanos que necesitan sacar su dinerito para el día a día.
El Banco Metropolitano cerró su comunicado pidiendo a los cubanos que no miren para otro lado ante estos actos vandálicos y prometiendo seguir trabajando para mejorar sus servicios. Ojalá sea verdad, porque si algo está claro es que la paciencia del pueblo está más que agotada.