La Central Termoeléctrica “Lidio Ramón Pérez”, conocida por todos como Felton, ha vuelto a quedar fuera de juego. Esta vez, el régimen dice que la Unidad Uno necesita una “pausa técnica” para darle cariño a los calentadores de aire regenerativo. Pero lo cierto es que, mientras reparan, el país se queda —una vez más— a merced de los apagones interminables.
El apagado de esta unidad, que arrancó este lunes, durará al menos 36 horas, según publicó en redes el periodista oficialista Emilio Rodríguez Pupo. Y aunque lo pinten como algo planificado y necesario, la realidad es que el sistema eléctrico nacional ya no da más, y cada kilovatio que se pierde, se traduce en horas y horas de oscuridad para millones de cubanos.
Otro parche al desastre eléctrico nacional
La salida de Felton Uno llega en el peor momento posible. La mismísima Unión Eléctrica (UNE) ha reconocido que el sistema no puede con la demanda actual. Para este 8 de julio, en pleno pico nocturno, esperan que falten unos 1.530 megavatios, una barbaridad que deja sin electricidad a buena parte del país.
Esta mañana, según los datos oficiales, la disponibilidad era de 1.940 MW, pero la demanda subía hasta los 2.900 MW. Resultado: 988 MW en falta y más apagones pa’l pueblo. Y eso es solo por la mañana, porque al mediodía se espera que la afectación suba hasta los 1.050 MW.
¿Y por qué pasa esto? Porque el sistema está podrido de arriba abajo: plantas obsoletas, sin mantenimiento, sin piezas, sin combustible, y lo poco que tienen lo exprimen hasta que reviente, como pasó ahora.
Una revolución que ni luz puede dar
Mientras el castrismo se llena la boca hablando de “soberanía energética” y “energías renovables”, lo cierto es que los apagones son el pan de cada día en Cuba. En plena jornada anterior, la afectación eléctrica fue de 1.473 MW a las ocho de la noche, cuando media isla intentaba cocinar, poner un ventilador o cargar el móvil para ver si llegaba algo de esperanza por internet.
¿Y qué pasa con los famosos parques solares? Pues que los 18 que existen en todo el país apenas lograron generar 2.140 MWh, con un pico de 430 MW al mediodía. Es decir, una gota en medio del desierto energético.
Mientras tanto, Felton Uno se suma a la larga lista de unidades fuera de servicio, haciendo más grave el colapso total del sistema electroenergético nacional.
Crisis sin fondo y sin solución
Todo esto ocurre mientras el pueblo resiste como puede bajo el solazo de julio, sin ventiladores, sin comida refrigerada y sin esperanza. Porque no hay plan serio ni inversión visible que indique que esta situación va a mejorar. Lo único que se repite es el cuento de la «resistencia creativa», mientras los jerarcas del régimen viven con aire acondicionado y planta eléctrica personal.
La verdad es que el castrismo ha convertido la energía en un lujo. Y mientras Felton se apaga, el país se hunde aún más en la oscuridad.